Incógnita sobre la presencia de la Familia Real en la catedral de Palma

El Palacio de la Zarzuela mantiene un mutismo absoluto y no confirma ni
desmiente que la Familia Real vaya a asistir como todos los años a la Misa de Gloria el próximo domingo en la catedral de Palma de Mallorca. A pesar de que los periodistas ya hemos recibido las previsiones de la agenda de los Reyes para la próxima semana, en la que destaca el acto de entrega del Premio Cervantes a la escritora Ida Vitale el próximo día 23 en Alcalá de Henares, no hay referencia alguna que asegure la presencia de los Reyes Felipe y Letizia y sus hijas en la catedral de la capital de Baleares.

Lo único que ha trascendido es la presencia de la Reina Sofía en Marivent, acompañada de su hermana la Princesa Irene, desde principios de esta semana y su asistencia a dos actos: un concierto solidario que cada año se celebra en el Auditorio de Palma a favor del Proyecto Hombre y la presentación en el Acuario de esta ciudad del documental “Gigantes del Océano”, sobre la preservación de las ballenas jorobadas. Y es prácticamente seguro que doña Sofía salga de la residencia de la Familia Real en Mallorca para ver el paso de algunas procesiones de Semana
Santa que desfilan estos días por la calles de Palma.

Lo que sí existen son indicios de que la foto de la puerta de la Catedral a la salida de Misa del domingo se repetirá este año aunque aún no se sabe quienes estarán presentes, especialmente si el Rey don Juan Carlos volverá a viajar a la capital balear, tal y como hizo el año pasado, después de varios años de ausencia. Tampoco si los Reyes Felipe y Letizia, la Princesa de Asturias y la Infanta Leonor, de quienes se ha dicho en algún medio que se les había visto en Roma el pasado fin de semana, volverán a Palma para acompañar a la Reina Sofía, que comentó hace unos días que sí tenía previsto oír misa en la catedral el Domingo de Resurrección.

Es de suponer que todos los integrantes de la institución monárquica tendrán muy presente el incidente ocurrido el año pasado, cuando la Reina Letizia se interpuso entre los reporteros gráficos y su suegra, la Reina Sofía, para impedirle que se hiciera una fotografía con sus nietas Leonor y Sofía. El resultado fue una imagen que dio la vuelta al mundo en la que la actitud de la consorte del actual monarca quedó en entredicho y que provocó una fuerte tensión que quedó plasmada en la imagen de ese momento. El recuerdo de esos hechos pesa todavía en la memoria colectiva de la ciudadanía y suscita una gran curiosidad por ver lo que pueda pasar este próximo Domingo en la catedral palmesana.