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Iglesias reelegido a la búlgara para liderar Podemos indefinidamente con el apoyo del 10% del censo

Pablo Iglesias ha sido reelegido secretario general de Podemos por un tercer mandato. Ha conseguido el 92,2% de los votos ya que se presentaba contra un candidato apenas conocido. No obstante, el vicepresidente se ha dejado por el camino 74.000 votos en comparación con los que recogió en Vistalegre 2 cuando se enfrentó a Íñigo Errejón y a los anticapitalistas.

Del censo total de 516.492 inscritos sólo ha participado un 10,8% en estas votaciones, un total de 59.201 personas han ejercido su derecho a voto de manera telemática. La lista oficialista ‘Un Podemos Contigo’ que encabeza Pablo Iglesias ha obtenido 53.167 apoyos, el 92,2% de los sufragios emitidos.

«Gracias a todos los inscritos e inscritas que habéis participado en la Tercera Asamblea de Podemos. Es un honor recibir vuestro apoyo. Enhorabuena a los nuevos miembros del Consejo Ciudadano y del Comité de Garantías. Vamos a dejarnos la piel para seguir demostrando que sí se puede», ha escrito en Twitter el propio Iglesias.

74.000 votos menos

En Vistalegre 1, Iglesias tuvo 95311 votos; en Vistalegre 2, 128.743 sufragios y ahora se ha tenido que conformar con 54.577 papeletas. El otro candidato que se presentaba a la Secretaría General, Fernando Barredo, se ha quedado en el 7,8% (4.503 votos). En total, han participado en estas votaciones telemáticas 59.201 inscritos.

Podemos concluye así este jueves las votaciones de su tercer congreso. Sin dejar espacio al debate interno con la candidatura rival, Iglesias ha orquestado un proceso telemático con una votación exprés en la que ha colado documentos para convertir a Podemos en un partido más clásico, sin limitaciones de mandato ni topes salariales. Pablo Iglesias será secretario general para otros cuatro años.

Partido a la vieja escuela

Aprovechando la marcha de errejonistas y anticapitalistas, Iglesias ha aprovechado que el pablismo no tiene fisuras en el partido para asegurarse una temporada tranquila a nivel interno. Así, Iglesias revalidará su cargo y renueva el Consejo Ciudadano Estatal, la ejecutiva morada, para que todos sean de su corriente. Tiene así el control prácticamente total de un partido que -tal y como reconoció el mismo- dio «vergüenza ajena» por las batallas internas, que él ganó, como recuerda EFE.

Coincidiendo con su llegada al Gobierno, Podemos iniciará desde este viernes su tercera etapa como organización, en la que pasará a tener una estructura más clásica. El documento organizativo propuesto por el equipo de Iglesias propone un cambio en la figura de los militantes, que a partir de ahora pagarán una cuota y podrán decidir en exclusiva la dirección en su organización local, una votación de la que se excluirá a los «inscritos».

Irene Montero seguirá siendo la ‘número dos’ de Podemos.

Defiende además que el sistema de inscritos -basado en el modelo de una organización líquida, con un liderazgo vertical- impidió construir «una organización sólida, enraizada en nuestros pueblos y ciudades, con bases amplias y debate político». Desaparecerán además los «círculos sectoriales», con lo que la organización del partido se limitará a la de los territorios.

Menos compromisos éticos

A partir de ahora, Podemos marca distancia con los principios éticos que regían desde su fundación en 2014: se flexibilizan el límite de mandatos y los sueldos de los cargos públicos. El esquema lo concretará el Consejo Ciudadano Estatal -la ejecutiva del partido- pero la intención del equipo de Iglesias es eliminar el tope de tres salarios mínimos.

A partir de ahora, los cargos públicos de Podemos donarán entre un 5 y un 30 % del sueldo al partido o a fines sociales, pero la intención es que dará más sueldo quien menos responsabilidades asuma, es decir, se «recortará» más a un alcalde que a un ministro de Podemos.

El equipo de Iglesias propone flexibilizar más el límite de mandatos, que se fijaba hasta ahora en ocho años ampliables a doce de forma excepcional, aunque ahora podrán ser de más si así lo deciden las bases. Iglesias ha aclarado esta semana que no va a estar «toda la vida» en política, sin concretar cuándo se marchará.

«Hay que estar a disposición de los inscritos», dijo en La Sexta en la que justificó que quitar estos topes permitirá a los cargos públicos más jóvenes tener la oportunidad de ponerse al frente del partido «cuando toque».

Núcleo duro

La lista de Pablo Iglesias al nuevo Consejo Ciudadano de Podemos (CCE) incorpora a los máximos colaboradores en la Vicepresidencia segunda del Gobierno: su jefe de Gabinete, Julio Rodríguez; el secretario de Comunicación y Estrategia de la Vicepresidencia del Gobierno, Juanma del Olmo; y sus dos secretarios de Estado, Ione Belarra -Agenda 2030- y Nacho Álvarez -Derechos Sociales-.

También estarán en la próxima dirección la número dos del partido y ministra de Igualdad, Irene Montero; el portavoz parlamentario, Pablo Echenique; y la secretaria de Estado de Igualdad, Noelia Vera, junto al portavoz del partido, Rafael Mayoral, y el secretario de Organización, Alberto Rodríguez. No opta sin embargo a revalidar su puesto la vicepresidenta del Congreso, Gloria Elizo, que era la Secretaria de Políticas contra la Corrupción y responsable legal del partido.

En esa lista están también el portavoz de En Comú Podem, Jaume Asens, y la presidenta del grupo Catalunya en Comú-Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, un gesto que no es baladí, pues Iglesias se ha marcado como objetivo para esta nueva etapa fortalecer los vínculos con IU y también con los comunes de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.