La Generalitat busca que Suiza sea su mediador con el Gobierno

La Generalitat busca que el Gobierno de Mariano Rajoy acepte que Suiza sea el país mediador en el desafío independentista. Diputados del PDeCAT presumen de la cercanía con altos cargos de este gobierno e insisten en que «solo hay mediación cuando dos partes lo aceptan. Nosotros sí que queremos».

La relación entre los diputados catalanes y el gobierno Suizo se remonta a 2015. A finales de ese año, la Generalitat tenía en mente abrir una de sus ‘embajadas’ en Suiza. En cambio y hasta que llegase ese momento favorable, encomendaron al delegado que tenían en París que se ocupase de crear «futuras relaciones» con el país para conseguir ese apoyo internacional previsto en la hoja de ruta separatista.

Según ha podido saber OKDIARIO, numerosos dirigentes del ‘Govern’ pasaron por Suiza hasta que el 6 de septiembre del año pasado realizaron el anuncio de abrir una ‘embajada’ catalana propia en el país. Para escenificar que las relaciones eran más que buenas, la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, se reunió con el embajador de Suiza en España, Thomas Kolly.

Días antes el Consejo Federal suizo, a preguntas de cinco parlamentarios de su país, lanzó un posicionamiento público por escrito en el que recogía que «las aspiraciones independentistas de Cataluña» son una cuestión que forma parte de la política interior española, por lo que Suiza no puede intervenir. Sin embargo y en ese mismo escrito recogido en la web de la asamblea federal suiza, se ofrecieron a ejercer de mediadores recalcando que: «Suiza no propone de forma efectiva sus buenos oficios si todas las partes no lo piden expresamente». 

Mientras el Gobierno no se pronunció al respecto, la Generalitat tomó este ofrecimiento como un triunfo y apoyo a su causa. De hecho, la mano derecha por aquel entonces del ex presidente Artur Mas, Roger Albinyana, declaró que «este pronunciamiento del Gobierno suizo es muy positivo. Es la primera vez que un sujeto de derecho internacional público hace una manifestación así».

La verdad es que Kolly en su reunión con Forcadell ya dejó claro que Suiza mantenía una posición neutral al respecto. El país sólo se plantearía hacer de mediador si España, el Gobierno de Mariano Rajoy, se lo pidiera explícitamente. Un pronunciamiento que nunca se ha producido, tal y como recuerdan fuentes gubernamentales.

La principal preocupación del país helvético es que sus empresas que operan en Cataluña salgan perdiendo ante la incertidumbre política y económica. Kolly pidió a Forcadell en esa misma cita que se mantuviera «la previsibilidad y la seguridad jurídica» independientemente del contenido de las negociaciones.

El asunto se dejó en ‘stand by’ por ambas partes hasta esta semana. La ‘gira independentista’ por Estados Unidos y el resto de países no está obteniendo el éxito y el rédito esperados por parte de la Generalitat y parece que Suiza vuelve a ser el país con más enjundia al que seguir aferrándose.

El recién nombrado delegado de la Generalitat en Ginebra, Manuel Manonelles, concedió este jueves una entrevista a un medio catalán y abrió a caja de los truenos al insistir que no han descartado la idea: «Desde una posición de responsabilidad, nuestro gobierno lo trabaja y ahora tendrá capacidad de trabajarlo más».

«Suiza puede ser una referencia para nosotros desde una perspectiva democrática. Es lógico que desde Suiza haya simpatía con lo que Cataluña quiere ejercer en este momento. Pero tampoco pedimos peras al olmo. El realismo es la base de la actuación diplomática», señaló el dirigente de la Generalitat.

Por parte del Gobierno la puerta está más que cerrada y siguen pensando lo mismo sobre evitar el referéndum y buscar una negociación que mejore infraestructuras, sanidad y educación a todos los ciudadanos catalanes. «El Gobierno no va a aceptar un chantaje de esas proporciones», insisten las fuentes gubernamentales consultadas que permanecen vigilantes de los pasos, a su juicio inconstitucionales, que sigan dando hacia esa independencia buscada solo por un sector que no es mayoritario, tal y como apuntan los últimos estudios.