Economía
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Sánchez admite que el 30% pagará más por la luz que en 2018: «Sin IPC y haciendo la media, cumplimos»

La lista de recortes que Pedro Sánchez está haciendo para poder afirmar que ha cumplido su promesa de que los españoles paguen por la luz lo mismo que en 2018 es interminable. Descontar la inflación, hacer la media con todos los consumidores o elegir el año más caro de la década como referencia son algunos de los «pequeños» matices que Sánchez ha hecho a su promesa inicial. Y pese a ello, la va a incumplir: el 30% de los clientes que están en el mercado regulado pagarán más que en 2018.

«Estamos trabajando con un plan para llegar a un compromiso concreto, y es que al final de 2021 los españoles echen la vista atrás y vean que han pagado en la factura de la luz una cuantía similar y semejante a la que pagaron en 2018» afirmaba el presidente del Gobierno el pasado mes de septiembre. Lo primero que hay que recordar es que el 2018 fue el más caro de los últimos diez años. Según los datos del Ejecutivo, el precio medio de la luz ese año fue de 635 euros en promedio y descontada la inflación. De esta forma, para alcanzar esa cifra en 2021, el Ejecutivo socialista ha tenido que maquillar su promesa, eligiendo un escenario tan favorable como engañoso.

Uno de sus primeros matices fue descontar la inflación. Un cambio sin el que sería imposible alcanzar su promesa, ya que si se aplica una revalorización ligada al IPC del 4,6% desde 2018 a 2021, lo récords históricos registrados durante los últimos meses, no se podría situar el recibo de este año por debajo de esos 635 euros. Y es que, si se toman en cuenta los cálculos del propio Gobierno -que hay que poner en cuarentena a la espera de que se publiquen los datos definitivos- el precio de la luz este año sería de 613 euros, a los que si le añadimos la inflación, ese 4,6%, los españoles pagarían a final de año por la luz 642 euros. Promesa incumplida.

Pero no sólo se ha quedado ahí. El Gobierno ha señalado posteriormente que su promesa se refería al precio medio de la electricidad anual de todos los hogares españoles. En España hay cerca de 10,5 millones de hogares en el mercado regulado, es decir, que su factura está vinculada al precio de la luz del mercado mayorista que es el que en los últimos meses está registrando récords históricos. Por otra parte hay 16,2 millones de hogares españoles que están en el mercado libre, cuya factura esta acordada con las comercializadoras a medio plazo y por consecuencia el alza de la luz no les afecta.

En el mes de septiembre, el Gobierno socialista bajó el IVA de la electricidad del tipo general (21%) al reducido (10%); suspendió el impuesto a la generación eléctrica, que es del 7%, y bajó el impuesto especial de electricidad que reciben las comunidades autónomas. Esta rebaja fiscal afectaba tanto a los clientes del mercado libre -que tienen el precio cerrado- como a los del regulado que están viendo como se dispará la factura. ¿Qué significa esto? Que al bajar los cargos, los 16,2 millones de españoles que están en el mercado libre redujeron su factura, diluyendo a las personas que están en el mercado regulado y que no están viendo aminorar su factura y haciendo que en el computo general la factura sea menor que en 2018.

¿Promesa cumplida? Pues ni por esas. Pedro Sánchez ha reconocido este mismo miércoles que el 30% de las personas que se encuentran en el mercado regulado pagará más que en 2018. Esto significa que pese a los tejemanejes de Sánchez para intentar cumplir su promesa, más de tres millones de españoles superarán su recibo de la luz de 2018.