Economía
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Otra bofetada del FMI a Sánchez: prevé que la deuda pública de España será superior al 114% del PIB hasta 2027

Nuevo revés para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del Fondo Monetario Internacional (FMI), que este miércoles pronosticó que la deuda pública de España se mantendrá por encima del 114% del Producto Interior Bruto hasta 2027, mientras que el déficit estará estancado y en esa fecha se situará en el 3,9%. 

En su informe sobre vigilancia fiscal, el organismo dijo en concreto que a cierre de este año la deuda pública española alcanzará el 116,4 % del PIB; una cifra que caerá al 115,9 % en 2023 y a partir de 2024 seguirá sin grandes cambios en los siguientes cuatro años en torno al 114,6%.

Por otra parte, indicó que el déficit público en 2022 será del 5,3% del PIB. Posteriormente, se reducirá al 4,3% del PIB en 2023 y al 3,9% en 2024, según sus cálculos, donde se mantendrá hasta 2027.

Se atisba, pues, un escenario complicado para la economía española en los próximos años, en los que se prevé un incremento más agresivo de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo del que se esperaba antes de que la inflación se disparase en su intento por controlarla. Esto, además de encarecer el pago de la deuda, implicará un crecimiento de la economía menor, lo que dificultará más la amortización de la deuda. La pescadilla que se muerde la cola.

El estancamiento del déficit y la deuda a partir de 2024 resultan de la asunción del «escenario pasivo» que el Fondo contempla al hacer estas estimaciones -es decir, que hace los cálculos como si nada fuese a cambiar respecto a la situación fiscal actual- por la falta de planes específicos y detallados a medio y largo plazo.

El FMI espera que España emprenda en el futuro una «consolidación fiscal gradual», pero el momento para hacerlo será cuando la economía del país esté en una senda de crecimiento sostenido.

Se trata del segundo varapalo que recibe el Gobierno del FMI en un muy corto espacio de tiempo. La institución rebajó el martes en un punto su previsión de crecimiento económico para España este año, que ahora estima que será del 4,8%, muy lejos del pronóstico del Gobierno de un repunte del 7%, y ha reducido también la de 2023 en medio punto, hasta el 3,3%, dos décimas menos que lo que espera el Ejecutivo, mientras que contempla que la tasa de inflación será del 5,3% y del 1,3% en sendos años, respectivamente.

Recientemente, Sánchez ya ha advertido de que los cálculos oficiales se revisarán a la baja ante el nuevo escenario geopolítico provocado por la guerra en Ucrania.

El FMI atribuyó esta reducción en sus previsiones a la invasión, a su juicio, la causa principal de la ralentización económica en Europa, aunque considera que España no nota el impacto tanto como otros países energéticamente más dependientes de Rusia, como Alemania e Italia, que se ven más afectados.

Al tijeretazo del FMI del martes -el segundo que aplica en apenas un par de meses-, le precedieron otros como los de el Banco de España, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), CaixaBank y BBVA Research, todos ellos en apenas una semana.