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Jubilación

Confirmación oficial: los 3 nuevos cambios que llegan a la jubilación en abril

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

A partir de abril de 2025, España experimentará importantes modificaciones en el sistema de jubilación que afectarán a miles de ciudadanos. Con esta reforma, el Gobierno busca mejorar las condiciones de acceso a la pensión para ciertos sectores, facilitar la permanencia en el mercado laboral y optimizar los recursos de las mutuas para garantizar una mejor recuperación de la salud de los trabajadores.

La iniciativa se centra en tres aspectos clave del sistema de jubilación de la Seguridad Social: la jubilación parcial, la jubilación activa y la jubilación demorada. Cada una de estas modalidades sufrirá una serie de ajustes que ampliarán derechos, flexibilizarán requisitos y ofrecerán incentivos para prolongar la vida laboral.

Los cambios en la jubilación que debes conocer

Uno de los principales cambios que entrará en vigor con esta reforma afecta a la jubilación parcial, que experimentará modificaciones tanto en la modalidad con contrato de relevo como en la que no requiere dicho contrato. En este sentido, la nueva normativa permitirá adelantar la jubilación parcial hasta tres años antes de la edad ordinaria establecida, lo que supone una ventaja significativa para aquellos trabajadores que desean reducir su jornada laboral sin retirarse por completo. Además, se introducirá la posibilidad de reducir la jornada de trabajo entre un 20% y un 33% durante el primer año para quienes adelanten su jubilación en más de dos años.

Otra de las novedades en esta modalidad es que los empleados fijos discontinuos podrán actuar como relevistas, lo que amplía las opciones tanto para quienes buscan retirarse de manera parcial como para aquellos que desean incorporarse al mercado laboral bajo esta fórmula. Asimismo, la contratación del trabajador relevista deberá ser indefinida y a jornada completa, con la obligación de mantenerse en el puesto durante al menos dos años después de la jubilación parcial del trabajador sustituido.

Por otro lado, una de las modificaciones más destacadas es la ampliación del porcentaje de reducción de jornada para quienes alcanzan la edad ordinaria de jubilación. Hasta ahora, la reducción máxima era del 50%, pero con la nueva normativa se permitirá reducir la jornada hasta en un 75%, sin necesidad de recurrir a un contrato de relevo. Esta medida busca facilitar una transición más gradual hacia la jubilación definitiva y permitir que los trabajadores continúen activos de manera parcial con una mayor flexibilidad.

En lo que respecta a la jubilación activa, el cambio más importante es la eliminación del requisito de haber completado la carrera de cotización completa para acceder a esta modalidad. Actualmente, sólo aquellos trabajadores que cumplen con todos los años de cotización pueden acogerse a la jubilación activa, pero a partir de abril de 2025, este requisito desaparecerá, lo que permitirá que un mayor número de personas pueda beneficiarse de esta opción.

Además, una de las grandes ventajas de esta reforma es la compatibilidad de la jubilación activa con los incentivos propios de la jubilación demorada. De este modo, los trabajadores que decidan prolongar su actividad laboral podrán acceder a beneficios adicionales en sus pensiones de manera progresiva. En este sentido, se establece un sistema escalonado de compatibilidad entre la pensión y el trabajo, que permitirá a los trabajadores percibir un porcentaje cada vez mayor de su pensión a medida que acumulen años en jubilación activa.

El nuevo sistema contempla un esquema en el que, con un año de jubilación activa, se podrá compatibilizar hasta un 45% de la pensión con el empleo. Este porcentaje se incrementará a un 55% con dos años de jubilación activa, a un 65% con tres años, a un 80% con cuatro años y alcanzará el 100% a partir de los cinco años. Esto supone un incentivo para que los trabajadores prolonguen su actividad laboral, ya que podrán mantener su fuente de ingresos sin renunciar por completo a los beneficios de la jubilación.

Por último, la jubilación demorada también experimentará cambios significativos. La principal modificación en este caso es que, a partir del segundo año de demora, los trabajadores sólo necesitarán haber cotizado durante seis meses para poder acceder a los incentivos económicos de esta modalidad. Hasta ahora, se exigía haber cotizado un año completo para beneficiarse de estas ventajas, lo que representaba una barrera para muchas personas interesadas en retrasar su retiro con beneficios adicionales en su pensión.

En definitiva, las reformas al sistema de pensiones en España, que estarán vigentes desde abril de 2025, buscan modernizar y equilibrar el sistema. Se ampliará la compatibilidad entre trabajo y jubilación, permitiendo mayor flexibilidad y opciones para los trabajadores. Asimismo, estas medidas favorecen la sostenibilidad del sistema al incentivar una vida laboral más prolongada, reduciendo la presión sobre la Seguridad Social. Además, benefician a empleados y empresas, facilitando la transferencia de conocimiento y mejorando la productividad.

Finalmente, cabe señalar que la flexibilización de la jubilación parcial, la eliminación de barreras para la jubilación activa y los incentivos para retrasar la jubilación refuerzan el sistema. Estas reformas impulsan un envejecimiento más activo y saludable, con beneficios económicos y sociales para toda la población.