Como crear y mantener una marca
La imagen no solamente tiene un componente externo, hacia el público al cual se dirige la empresa, sino también interno
La marca es un elemento central en la comunicación de la empresa con el público objetivo. A partir de ella, debe de ser capaz de transmitir el conjunto de valores que la definen y que son el eje central a partir del cual pivota su actividad. Además, resulta un elemento diferenciador respecto la competencia.
Por ese motivo, las empresas invierten importantes sumas de dinero en pensar, diseñar, configurar y transmitir su marca. Algunas de las acciones que realizan con este fin son las siguientes:
Diseño atractivo y simple
La imagen de la marca debe de ser fácil de recordar y que, de forma automática, al verse, se pueda asociar con la empresa. No es necesario realizar grandes montajes muy sobrecargados ni, tan siquiera, incluir el nombre de la empresa. Encontramos logos o imágenes, como por ejemplo el de Nike, con un diseño muy sencillo, sin apenas utilizar colores, que han conseguido asentarse dentro del imaginario de la población. Por lo tanto, es mejor buscar una cierta simplicidad y que sea relativamente fácil de reproducir antes que diseños muy extraños o engorrosos.
Generar emoción
El cliente busca, más allá de cubrir una necesidad, vivir una experiencia. La marca debe de ser la visualización a partir del cual el público sienta que va a vivir aquello que espera. Hay que vincularla, pues, a una serie de acciones o roles que provoquen en el consumidor esta emoción. En ese sentido, las innovaciones tecnológicas y las facilidades que ofrecen las redes sociales en términos de comunicación permiten este contacto más directo con el público.
Implementación interna
La imagen no solamente tiene un componente externo, hacia el público al cual se dirige la empresa, sino también interno. Todos los componentes de la organización deben de compartir y actuar, en su día a día, de acuerdo con los valores que la marca quiere transmitir. Por un lado, encontramos aquellas personas que prestan atención al cliente. Si la forma de relacionarse con ellos no es la anunciada, toda la inversión realizada perderá su valor. Al final, la visión que se tiene de la compañía viene muy marcada por el contacto directo con su personal. Por el otro, los que trabajan en tareas que no precisan de un contacto directo con el público, también deben de saber relacionarse de una determinada forma y actuar según unos estándares marcados por la compañía. En caso contrario, se pueden generar situaciones conflictivas que dificultan el cumplimiento de los objetivos marcados.
Implicación del equipo
El trabajador de una empresa debe de ser su primer prescriptor positivo. Si todos los componentes de los distintos equipos se encuentran satisfechos, darán a conocer este estado de ánimo a su entorno. Éstos, a la vez, a otra gente. De esta forma, se genera una imagen general de la empresa que casa con los valores de la sociedad, hecho que facilita la apertura hacia nuevos clientes y su posterior fidelización.
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