Vinicius Junior volverá a estar en alerta en el Clásico. Como ya sucediera el pasado curso en el encuentro disputado en el Camp Nou, será José María Sánchez Martínez el encargado de pitar el duelo entre el Real Madrid y el Barcelona en el Bernabéu. El murciano ha sido el encargado de dirigir los últimos partidos en los que el brasileño ha sufrido con mayor descaro la violencia de los rivales. Fue, precisamente, en aquel partido ante los culés cuando el brasileño sufrió por primera vez el exceso de intensidad y la permisividad arbitral, puesto que el Barça sólo vio una tarjeta y fue por protestar.
El colegiado es uno de los menos tarjeteros de la Liga y, prueba de ello, es que en los últimos cinco partidos en los que ha pitado al Real Madrid, a pesar de la agresividad mostrada por los rivales de los blancos, ha sacado más cartulinas a los de Ancelotti que a sus contrarios. Esos partidos fueron contra Betis y, la pasada campaña, ante Mallorca, Villarreal, Sevilla y Barcelona. Salvo en los encuentros contra los dos equipos sevillanos, en el resto Vinicius fue víctima de una incesante cacería, en ningún caso mitigada por la labor del árbitro.
En el Camp Nou, Vinicius sufrió por primera vez la tolerancia de Sánchez Martínez. El árbitro dejó que se ensañaran con él sin mostrar ninguna tarjeta a los futbolistas azulgranas. Sólo Piqué fue amonestado y fue por protestar.
Aquel partido sólo fue el inicio de una persecución sobre el madridista que cada vez es más habitual. En Villarreal, el colegiado avisó a Albiol de «habérsela jugado mucho» después de agredir al brasileño con un codazo en la cara. El central no vio ni siquiera amarilla y desde el VAR tampoco consideraron que debieran entrar. Más tarde, Parejo le propinó una colleja, con idénticas consecuencias.
Apenas cuatro jornadas después, el Madrid visitó Son Moix y Sánchez Martínez volvió a dejar jugar más de la cuenta al Mallorca. No fue sólo Vinicius quien sufrió la agresividad del equipo de Aguirre –y eso que Maffeo estuvo a punto de romperle una pierna–, puesto que Raíllo acabó lesionando a Rodrygo después de una entrada criminal. Los bermellones no sólo terminaron con once jugadores, sino que acabaron con las mismas tarjetas que los madridistas.
No gusta en el club
Sánchez Martínez es uno de los árbitros que menos gustan en el club. Y no es para menos. El murciano ha pitado a los blancos en un total de 28 ocasiones, con un balance de 17 victorias, seis empates y cinco derrotas. Será además su sexto Clásico, con un balance nada bueno para los blancos. Únicamente han conseguido ganar en dos de ellos: el de Liga del año pasado y el de Supercopa de la 17-18, en el que se impusieron por un global de 5-1.
Esa misma temporada, pitó el liguero del Bernabéu, en el que el conjunto blanco cayó por 0-3. En él, los madridistas reclamaron dos penaltis por manos que no se señalaron, mientras que sí pitó uno en contra de los madridistas.