La polémica en el Villarreal-Real Madrid no tardó en aparecer. Cuando se cumplió el primer cuarto de hora de juego en La Cerámica, Sánchez Martínez e Iglesias Villanueva –que estaba en el VAR– pasaron por alto un penalti de Raúl Albiol sobre Vinicius. En una acción sin aparente peligro, el central cedió el balón en el área a Rulli y el brasileño salió a la carrera para robarlo, recibiendo un codazo por parte del defensa en la cara. Una clara agresión que quedó impune y que debería haber sido sancionada con penalti y con roja directa.
La acción pudo pasar desapercibida para el colegiado sobre el césped, puesto que en un primer momento pareció un simple choque de Vinicius con Albiol. Parecía que el central metía el cuerpo para proteger el balón y evitar conceder una oportunidad clara al delantero. Sin embargo, en la repetición se vio claro como, al ver que el madridista se acercaba, Albiol sacó intencionadamente el codo, impactando en la cara del futbolista.
Sánchez Martínez detuvo el juego al quedarse el canarinho tendido sobre el césped y llamó la atención a Albiol, pero no señaló la pena máxima. Desde la Sala VOR de Las Rozas, Iglesias Villanueva, el colegiado que el otro día pasó por alto el penalti cometido sobre Hugo Duro en el Athletic-Valencia de Copa, tampoco quiso intervenir y corregir al colegiado.
Los jugadores del Real Madrid, en especial Vinicius, protestaron de manera incesante, llegando a ser apercibidos por el árbitro de forma verbal. Por la claridad de la acción, el brasileño tenía motivos para quejarse. A raíz de ahí, comenzó un pique bastante fuerte entre el madridista y Foyth y el partido empezó a calentarse y a írsele de las manos a Sánchez Martínez.
