Vinicius ha vuelto de la cuarentena como un toro. El brasileño realizó un plan específico durante los 60 días que duró el confinamiento en el Real Madrid y los resultados son palpables en los primeros días de entrenamiento en Valdebebas. Todos han quedado impresionados de un Vini que, después de ser un hombre importante para Zidane antes del parón, tiene mucho que decir en las 11+1 finales que restan de la temporada.
Después de impresionar y asumir el liderazgo ofensivo del equipo ante City o Barcelona, el coronavirus paró la progresión de un Vinicius que hizo una oda al trabajo durante la cuarentena. Además de seguir el plan específico elaborado por el departamento físico del club, el brasileño se basó en el ‘método’ Cristiano para evolucionar desde el punto de vista físico. Ahora en Valdebebas se ha podido ver a un futbolista que ha perdido peso, ganado músculo y disminuido su indice de grasa corporal. Todo ello gracias a un cambio en la alimentación y un trabajo específico.
Y esto ha impresionado tanto al cuerpo técnico de Zidane como a todos sus compañeros. En los primeros entrenamientos, Vinicius ha sido uno de los más destacados tantos en las pruebas médicas como en las físicas elaboradas por Dupont y, como ha sido habitual durante toda la temporada, sigue siguiendo el plan elaborado por Zidane para mejorar su definición de cara a portería.
Porque a Vinicius nadie le ha regalado nada. Después de comandar el ataque madridista hasta su dramática lesión en la vuelta de Champions ante el Ajax, Zidane, con su templanza habitual, le quitó galones dentro del equipo y el brasileño se los ha ido ganando poco a poco. Tanto y que después de la recaída de Hazard, se convirtió en uno de los futbolistas más importantes en los duelos decisivos ante City y Barcelona, donde anotó el gol de la victoria después de un partido de matrícula.
Encantados con Vinicius
Por todo ello, en el Real Madrid están encantados con Vinicius. Alejado del estereotipo que apunta a los brasileños como jugadores díscolos, Vini ha sorprendido desde el primer día en Valdebebas por su culto al esfuerzo y profesionalidad. Además, tampoco puso ni una mala cara y siguió trabajando con la misma intensidad cuando encadenó varias ausencias de la convocatoria. Eso ha encandilado a un club que sigue puliendo una joya que a sus 19 años tiene muchas cosas que decir.