La resurrección de Robert Lewandowski esta temporada en el Barcelona ha llegado de la mano de Hansi Flick. El delantero polaco lleva 15 goles en este arranque de campaña y está demostrando que se le siguen cayendo los goles. Hay algo que une a delantero y entrenador, y es que tienen al mismo representante: Pini Zahavi.
La conexión entre Hansi Flick y Robert Lewandowski es especial. Ambos coincidieron juntos en el Bayern de Múnich y en aquellos años el entrenador alemán sacó lo mejor del delantero polaco. Ambos formaron una dupla letal en el equipo bávaro, endosándole aquel famoso 2-8 al Barcelona y levantando juntos una Copa de Europa en el verano del Covid en 2020.
Cuando Flick llegó al Barcelona, el técnico alemán transformó a Lewandowski desde el primer momento. Lo ha convertido en su pieza clave dentro del equipo y ha conseguido rejuvenecerlo de nuevo. Tiene 36 años y marca goles como si tuviese 25. Su madurez y experiencia, unidos a esta resurrección, convierten al polaco en el delantero centro del momento.
Lewandowski es pichichi de la Liga con 12 dianas en 10 partidos, seis más que Kylian Mbappé, uno de los grandes rivales que tendrá enfrente este sábado en el primer Clásico de la temporada. En total, entre Liga y Champions, el delantero polaco ya lleva 15 dianas en 13 encuentros y afronta el duelo frente al Real Madrid con la pólvora en un estado de forma perfecto.
Uno de los aspectos y secretos para que Lewandowski haya llevado a cabo esta resurrección a sus 36 años se llama Pini Zahavi. Es su representante y al mismo tiempo es el de Hansi Flick. La unión entre los tres es especial y ha provocado que el delantero polaco sea una referencia en todos los aspectos para el entrenador alemán.
Lewandowski es el líder
Robert Lewandowski es el líder del Barcelona. Líder en la tabla antes del Clásico con tres puntos más que el Real Madrid y líder de goles como pichichi de la Liga con 12 dianas. El delantero culé es el 9 del momento. Lo mete todo. No se le escapa nada.
La referencia culé llega al Santiago Bernabéu con el punto de mirada puesto en la portería del Real Madrid. Lewandowski sabe que a sus 36 años tiene que disfrutar este tipo de partidos como si fuese el último. No sabe cuantos le pueden quedar. Y menos a este nivel. El mejor Robert ha salido a la luz con Hansi Flick. Está de dulce. Nada que ver a ese Lewandowski que jugaba con Xavi Hernández y que parecía un islote en el frente de ataque. Ha cambiado y este sábado contra los blancos es uno de los mayores peligros de este nuevo Barça.