El Real Madrid dejó claro en La Cerámica que tiene un serio problema atrás. Ya lo reflejó Ancelotti al término del encuentro y los números así lo confirman. El conjunto blanco atrás es de porcelana. Esta temporada, los madridistas están firmando los peores números en defensa desde la temporada 2018-19, que acabó en blanco y con tres entrenadores: Julen Lopetegui, Solari y Zidane.
No han comenzado los blancos la temporada de una forma sólida. En sus primeros 16 encuentros ligueros han encajado un total de 16 goles, uno por partido. Una media que supera los registros que llevaban a estas alturas en las tres anterores temporadas.
Contar con una defensa reforzada con el fichaje de Rüdiger, que debería haber dotado a la plantilla de una mayor solidez atrás, al sumarse a Militao y Alaba como centrales –todos ellos top mundiales– no ha permitido a los madridistas echar el candado. Y eso que Courtois venía también de rendir a un nivel espectacular que permitió certificar la Liga y, sobre todo, la Champions.
Los números en la competición doméstica dejan mucho que desear, puesto que desde la temporada 2018-19 no presentaban unos registros tan preocupantes. De hecho, este curso únicamente han conseguido dejar su portería a cero en tres ocasiones, mientras que en aquel curso sumaban siete partidos sin encajar a estas alturas.
Sin embargo, aquel equipo entrenado en principio por Julen Lopetegui y después por Santiago Solari sufrió varias goleadas antes de finalizar la primera vuelta. Dos partidos los perdieron por 3-0, ante Sevilla y Eibar, además de caer en el Camp Nou por una manita (5-1) que terminó costándole el puesto al técnico vasco.
No mejoran en Champions
Los números del Real Madrid esta temporada se mantienen en la Champions League. El conjunto blanco ha cerrado su grupo ante Celtic, Leipzig y Shakhtar en primera posición, pero sólo pudo dejar a cero su portería en los dos primeros partidos, ante escoceses y ucranianos. En los otros cuatro partidos que jugaron, encajaron seis tantos, tres de ellos en la derrota en Alemania.
De cara a los próximos meses, en los que los de Ancelotti afrontarán el grueso de todos títulos que tienen en juego esta temporada, deberán dejar de conceder facilidades a sus rivales en defensa. Una tarea que se les lleva resistiendo desde el comienzo del curso.
