El Real Madrid tuvo la oportunidad de fichar a Koundé, el central que quiere el Barcelona y está a punto de fichar por el Chelsea, antes de elegir a Rüdiger, que terminaba contrato en junio en Stamford Bridge. El central francés del Sevilla, que comparte agencia de representación con Tchouaméni, fue ofrecido al club blanco, que ya lo seguía desde la época de Zidane en el banquillo del Bernabéu.
Jules Koundé tiene decidido irse del Sevilla este verano y el club hispalense asume que la mejor solución es aceptar su salida y sacar el traspaso más alto posible. El Chelsea, que ya ha presentado una oferta de 55 millones de euros, es el mejor colocado para su fichaje, pero el Barcelona, que está haciendo magia con las palancas de Laporta, no ha dicho la última palabra.
El central internacional francés, a sus 23 años, es uno de los defensas más cotizados en un mercado que se ha vuelto loco con los precios de los defensas. De Ligt se ha ido al Bayern por 80 millones, el PSG quiere a Skriniar y el Inter no lo vende por menos de 65 y la Juventus acaba de pagar 40 kilos por Bremer. El Sevilla sabe que tiene una joya con Koundé pero tendrá que desprenderse de él.
Koundé quería ir al Madrid
El jugador quiere ir a un grande y su primera opción siempre fue el Real Madrid. Por eso sus agentes contactaron con el club blanco en marzo para tantear la disposición del club blanco a presentar una oferta al Sevilla por Koundé.
Pero el Real Madrid tenía otros planes. A la vista del excelente resultado de la operación Alaba, que llegó del Bayern con la carta de libertad bajo el. brazo, el club blanco prefirió calcar la operación con Rüdiger, que acaba contrato con el Chelsea en junio. A su favor en la comparativa con Koundé, el ahorro de no tener que pagar un traspaso por su llegada. En su contra, los 23 años del sevillista frente a los 28 del alemán.
Pesó más el factor económico y el Real Madrid eligió a Rüdiger. Los agentes de Koundé se quedaron compuestos y sin oferta blanca, pero meses después vieron cómo sus caminos volvieron a cruzarse con las oficinas de Valdebebas y consiguieron vestir de blanco a Tchouaméni, otro de sus representados, después de que el Madrid pagara al Mónaco 80 millones fijos más objetivos.
