Kylian Mbappé no pasa por su mejor momento. El futbolista del París Saint-Germain ha pegado un bajón en su rendimiento en la presente temporada que no ha pasado desapercibido. En los últimos meses, el atacante galo ha dejado de ser todo lo determinante que ha sido durante los últimos años, lo que ha provocado duras críticas en Francia. Las dudas que está dejando no se tienen en cuenta en el Real Madrid. El club sigue confiando en que es el jugador destinado a dominar los próximos años y, pese al descenso de sus registros, continúa siendo la principal prioridad de los blancos de cara al próximo mercado.
Durante las últimas semanas, las críticas en la capital francesa se han centrado en la figura de Mbappé. El equipo no marcha como se espera, tras cerrar una primera vuelta en Ligue 1 lejos de lo esperado, teniendo en cuenta los registros de los últimos años, y después de firmar in extremis su clasificación para octavos de Champions. Tras la destitución de Tuchel, ahora el señalado es el joven jugador.
Sus números se mantienen en la línea de los cosechados en las últimas temporadas, al haber marcado 15 goles en los 21 partidos que ha disputado hasta la fecha. Sin embargo, le acusan de ser el principal responsable de la irregularidad que arrastra el equipo a lo largo del curso. El hecho de llevar un gol en los últimos cinco encuentros y de no haber sido determinante en los partidos grandes del curso ante United, Leipzig o Lyon, le han puesto en el foco de las críticas.
Más aún, después de que su nuevo entrenador, Mauricio Pochettino, le lanzase un dardo en la rueda de prensa tras el primer partido que dirigía en el banquillo parisino. El argentino apuntó entonces, después de empatar a uno en su debut ante el Saint-Etienne que el francés «tiene que mejorar». Unas declaraciones que supusieron un auténtico revuelo, al quedar como uno de los señalados por parte del técnico y que han reforzado las ideas del futbolista de cara al futuro.
En su momento, a Tuchel no le tembló el pulso con el jugador, llegando a excederse a la hora de sustituirle en momentos en los que el equipo le necesitaba. Sin ir más lejos, frente al actual líder de la liga francesa, el Olympique de Lyon, Mbappé entró desde el banquillo, en un partido que terminaría con derrota parisina por 0-1 y en los que su participación no llegaría a la media hora. Ahora, se vuelve a especular con que el ex entrenador de Espanyol y Tottenham le deje en el banquillo, buscando activar su mejor versión.
El Madrid no duda
En París las dudas son más que claras, pero a kilómetros de la capital gala, en Madrid, prefieren hacer caso omiso. En el conjunto madridista siguen pensando que el delantero es la pieza angular del nuevo proyecto del club para los próximos años. Mbappé es el elegido y, si como hasta ahora se sigue manteniendo el plan, será la estrella del Bernabéu dentro de, como máximo, dos temporadas.
En el club tienen la confianza y la seguridad de estar ante el que será el dominador del fútbol mundial en los próximos años. Un jugador talentoso, convertido ya en estrella y con muchos años por delante para cosechar éxitos en la entidad. Un fichaje galáctico en el que se confía plenamente, aunque en los últimos meses se haya alejado de su mejor versión.
Como toda estrella, la exigencia a la que se ve sometido el jugador del PSG es altísima, por lo que al más mínimo descenso de su rendimiento, las críticas se acentúan. Más aún si el equipo no marcha como se espera y si, además, el jugador no quiere escuchar al club a la hora de renovar su contrato, que termina en 2022.
El Real Madrid está convencido de que el bajón de Mbappé es algo eventual. Las condiciones y el nivel que ha mostrado desde su aparición en la élite hace cinco temporadas son motivos más que de sobra para confiar en que su crecimiento continuará una vez supere este bache. Y esperan que alcance su cota más alta en el Bernabéu.
Confían en su fichaje
En Valdebebas están convencidos de que Mbappé será el principal icono mundial durante los próximos años y la principal estrella del equipo una vez se cierre su fichaje. Los blancos llevan años con el plan para completar la operación trazado y, por el momento, la hoja de ruta marcada se está cumpliendo a la perfección.
El atacante termina contrato con el París Saint-Germain en junio de 2022, por lo que este verano tendrán la oportunidad de lanzarse a por su fichaje, obligando al PSG a venderle si quiere ingresar algo por su marcha. Si continúa sin renovar, como parece dispuesto a hacer, los parisinos le perderán una vez termine su vinculación y no podrán hacer caja con el principal activo de su plantilla.
Por el momento, en el Real Madrid no temen. Los madridistas no dudan ni sobre su rendimiento ni acerca de incoporarle en las próximas temporadas. El conjunto blanco tiene la palabra de la familia del jugador de que no extenderá su contrato en el Parque de los Príncipes, tal y como adelantó en su día Eduardo Inda, una promesa que sustenta la idea de los blancos y que, hasta el momento, se ha cumplido.
