La situación de Dani Ceballos en el Real Madrid es, cuanto menos, preocupante. No hay ni rastro del futbolista en los entrenamientos, ni mucho menos en los partidos disputados por el conjunto blanco, así como tampoco Carlo Ancelotti le nombra en sus ruedas de prensa. Desde que regresase el pasado verano tras su cesión al Arsenal, apenas ha salido del gimnasio de la ciudad deportiva, recuperándose de la dura lesión sufrida en los Juegos Olímpicos.
El pasado 22 de julio, el utrerano encendía las alarmas en Tokio. Allí, se lesionaba en el primer partido del torneo olímpico, al sufrir una dura entrada cuyas consecuencias aún perduran. Ceballos se presentaba como uno de los líderes de la selección española que finalmente se alzó con la plata, pero sólo pudo disputar 45 minutos. El esguince de grado II del que fue diágnosticado se convirtió en una rotura completa del ligamento peroneo-astragalino anterior y del peroneo-calcáneo, que le llevaría a estar en lugar de cuatro semanas de baja, un total de tres meses.
Sin embargo, desde aquel partido contra Egipcio han pasado ya tres meses y medio –que serán cuatro tras el parón– y no hay novedades respecto al mediocentro. En los partes diarios que emite el Real Madrid sobre sus entrenamientos, hay algo que no varía: «Dani Ceballos se ejercitó en el interior de las instalaciones». Así, durante casi tres meses, los que lleva el jugador a las órdenes de Ancelotti desde que regresó de sus vacaciones.
Su regreso se intuye cada vez más cerca o, al menos, eso revela el propio jugador andaluz en sus redes sociales. Después de varias semanas ejercitándose con balón sobre el césped de Valdebebas, sí que parece que su vuelta se vislumbre ya en el horizonte. De hecho, podría ser tras el parón cuando se le comience a ver ejercitarse con el resto del grupo.
Presente y futuro incierto
Su situación se complica aún más si se tiene en cuenta que se trata de un jugador que inicialmente no entraba en los planes de Ancelotti. Las intenciones del Real Madrid eran las de desprenderse del futbolista tras la disputa de unos Juegos en los que apuntaba a revalorizarse. No le dejaron, por lo que su marcha del conjunto blanco se frustró. El Betis era el gran interesado en llevarle de vuelta al Villamarín, donde habría encajado a la perfección en los planes de Pellegrini y, ahora, se mantiene como uno de los destinos a los que aferrarse.
No son los béticos los únicos interesados en hacerse con sus servicios. Desde Italia e Inglaterra, Juventus y Arsenal quieren llevarse al mediocentro, que apenas contará una vez vuelva, pese a que sus intenciones antes de que arrancase el curso pasaban por quedarse.
Otra opción que le queda, más allá de una marcha, es la de convencer a Ancelotti. El italiano está desmostrando que no se casa con nadie y que no le tiembla el pulso a la hora de sentar a quienes así considere, al igual que ponerlo –veáse el caso Hazard–, por lo que si Ceballos convence en su regreso y el entrenador considera que está al nivel para saltar al campo, no hay dudas de que así será.
Pese a ello, la competencia es más que complicada. No ha elegido Ceballos el mejor año para regresar al conjunto madridista. Más allá de las diversas opciones de las que dispone Carletto para su posición, donde Modric y Kroos son indiscutibles y Valverde y Camavinga son sus teóricos sutitutos, la falta de rotaciones por parte del técnico y el desfase de ritmo de competición que tendrá respecto a sus compañeros cuando vuelva frenan las posibilidades de verle sobre el césped.
Lo que suceda con él una vez se recupere será una incógnita. ¿Será Ceballos capaz de ganarse la confianza de Ancelotti? ¿Se recuperará en un estado óptimo para competir con el resto de la plantilla? ¿Le abrirá el club la puerta de salida en el mercado invernal? Queda aún tiempo por delante para ir descubriendo las respuestas. Lo importante ahora sigue siendo que el jugador se recupereal cien por cien, para volver cuanto antes y sin riesgo alguno de recaída.