Eden Hazard no ha disputado ni un sólo Clásico desde su llegada a la capital de España. El próximo jueves se disputará el tercer Real Madrid-Barcelona de la temporada y todo hace indicar que el belga lo verá desde el banquillo. El ex del Chelsea no ha participado en ningún minuto de los nueve Clásicos que ha tenido ocasión de jugar desde su fichaje por el equipo blanco, hace cuatro años. Y parece que a la décima no será la vencida para el futbolista que ha quedado sentenciado para el entrenador italiano.
Hazard está totalmente en blanco contra el conjunto culé. Este dato no es otra cosa que un reflejo del papel residual que ocupa el belga en la entidad merengue desde que llegó a Chamartín. Tras cuatro temporadas de lesiones y malos momentos de forma, que se unieron a la explosión de Vinicius como futbolista, el ex del Chelsea no ha tenido ningún tipo de continuidad y, por tanto, de influencia en los títulos que ha cosechado su equipo desde que este forma parte de él.
En cuanto al balance de Clásicos, no hay cifras con las que analizar el rendimiento del futbolista. Los cuatro primeros no los pudo disputar porque estaba lesionado en todos ellos. En su primera temporada como madridista, la 2019/20, se perdió los dos Clásicos de Liga. El primero de ellos, en el Camp Nou, debido a una «microfisura peri maleolar en la pierna derecha», y el de la segunda vuelta en el Bernabéu a causa de una fisura en el peroné que le impidió acudir a la cita. En la siguiente temporada sucedió prácticamente lo mismo. Hazard se perdió el primer envite liguero contra el Barça tras sufrir una rotura muscular en su pierna derecha, mientras que en el Bernabéu tampoco estuvo por una lesión en el psoas de la pierna derecha.
Hasta ahí el apartado de lesiones. A partir de ese momento, sus siguientes ausencias vinieron dadas por decisiones técnicas de sus entrenadores o por los malos estados de forma con los que Hazard llegaba a los entrenamientos y encuentros del Madrid. En el pasado curso se disputaron tres Clásicos, y Ancelotti no contó con el belga para ninguno de ellos. Lo mismo sucedió con los dos que llevamos esta temporada, el de Liga en el que se impuso el Madrid en el Bernabéu y el batacazo en la final de la Supercopa. Esto supone cinco banquillazos en los que ni siquiera salto al campo para disfrutar de algunos minutos en segundas partes. De hecho, en algunos de ellos, ni salió a calentar.
Con contrato hasta 2024
El jugador sigue con contrato en vigor hasta junio de 2024 lo que, seguramente, supondrá un año más en el que no aportará prácticamente nada al equipo. Hazard es el cuarto jugador de la plantilla del Madrid que goza de menos minutos. Con 296, sólo supera a Odriozola con 78, a Vallejo con 67 y a Mariano con 56. Con todo ello, el futbolista se ha visto superado tanto física como futbolísticamente por jugadores de su mismo rol y posición en el campo como Vinicius, Rodrygo, e incluso Asensio.
El belga tuvo dos grandes oportunidades de resarcirse en la presente temporada. Una de ellas fue en Glasgow en la primera jornada de la Fase de Grupos de la Champions frente al Celtic, partido en el que se lesionó Benzema en los primeros minutos y Ancelotti apostó por él para sustituir al galo. Ese día no estuvo mal, es más, se ganó repetir ese fin de semana en Liga frente al Mallorca, partido en el que volvió a desaparecer. A esto se sumó el subidón de Rodrygo que le adelantó a toda velocidad por la derecha. Desde aquel momento, Hazard sólo disputó partidos de menor importancia para el equipo blanco, como los de Europa contra Shakhtar y Leipzig, cuando el Madrid ya tenía sellado su pase a octavos, y contra el Cacereño, en dieciseisavos de Copa, partido en el que su aportación fue mínima y el técnico italiano le sustituyó.
Para el próximo jueves, Hazard se va a encontrar con un oponente más en la rotación. La irrupción del canterano Álvaro Rodríguez hace que el belga lo tenga aún más complicado para disputar un sólo minuto del Clásico copero. El uruguayo tiene bastantes opciones incluso de formar parte del once inicial de Ancelotti en dicho encuentro, ya que Rodrygo es una incógnita. El brasileño entrenó este martes con el conjunto blanco pero ni mucho menos está claro que pueda entrar directamente en la alineación contra el Barcelona. Por tanto, el belga esperará desde el banquillo, una vez más, su debut en un partido que se le resiste y para el que, nuevamente, está casi descartada su aparición o, directamente, ni se contempla.