La operación remontada ya ha comenzado en el Real Madrid. Nada más perder en París por 1-0 , ofreciendo una imagen muy pobre y cosechando un grandísimo resultado, Carlo Ancelotti y sus jugadores se conjuraron para llegar a este momento en el mejor estado de forma. Algo que, visto lo visto, han conseguido. El reto era ganar las tres finales por la Liga que tenían y estar en plenas condiciones físicas antes de medirse en el Santiago Bernabéu al PSG . Ambas cosas ya las han conseguido y, desde ya, por Valdebebas sólo se piensa en darle la vuelta al gol encajado en la ida para estar en cuartos de final de la Champions.
La plantilla del Real Madrid se fijó el reto de ganar a Alavés, Rayo Vallecano y Real Sociedad. Tres duelos muy importantes que han permitido a los de Ancelotti ampliar la ventaja con el Sevilla, segundo clasificado, hasta los ocho puntos. El italiano también quería que en estas semanas libres de partidos Antonio Pintus llenase los tanques de gasolina de sus jugadores y aprovechar los entrenamientos para trabajar aspectos tácticos. Todo esto lo han podido hacer y el resultado ha sido el esperado. De hecho, el duelo ante el PSG llega en el mejor momento en todos los aspectos.
Por ello, tras vencer y convencer frente a la Real Sociedad, jugadores y afición comenzaron a crear un clima de remontada que se extenderá hasta el próximo miércoles, cuando madrileños y parisinos se vean las caras sobre el césped del Santiago Bernabéu. En un gesto poco habitual, a la conclusión del encuentro contra los donostiarras el equipo se quedó en el verde y la afición en la grada. El objetivo no era otro que darles aliento antes del duelo contra los franceses. De hecho, tras retirarse a los vestuarios, la plantilla al completo volvió a salir para seguir sintiendo el calor de la hinchada.
Noche mágica en el Bernabéu
Todos los estamentos del Real Madrid están en modo remontada. Desde la cúpula, que ansía mejorar la imagen ofrecida en el Parque de los Príncipes, hasta los jugadores y la afición. El miércoles se espera una noche mágica en el Santiago Bernabéu. Las entradas se agotaron en menos de dos horas, y es que la afición tiene muchas ganas de ver este partido. Desde primera hora de la tarde los aledaños de Chamartín tendrán ambiente, el recibimiento al autobús será de los que ponen la piel de gallina y, ya dentro del estadio, el graderío tratará de llevar en volandas hacia la remontada a un equipo que está confiado en que lo pueden conseguir.