La Federación ha anunciado este lunes que Alejandro Hernández Hernández será el encargado de dirigir el Barcelona – Real Madrid del próximo 18 de diciembre en el Camp Nou, un Clásico como siempre cargado de tensión y con dos equipos ahora igualados a puntos en lo más alto de la tabla. La RFEF también ha dado a conocer que será Ricardo de Burgos Bengoetxea el árbitro que esté al frente del VAR durante el encuentro, dos nombramientos que no han gustado en Concha Espina.
Y es que en el Santiago Bernabéu desconfían de ambos colegiados por motivos y hechos varios que vienen sucediendo durante los últimos años. Hernández Hernández volverá a pitar un Clásico, que será el cuarto de su carrera. Ya impartió justicia en el 2-3 de la temporada 2016-17 en el Bernabéu, duelo en el que expulsó a Sergio Ramos; o en el 2-2 de la siguiente campaña, Clásico jugado en el Camp Nou y saldado con un empate a dos.
Aquel día expulsó Sergi Roberto, aunque el más perjudicado fue el Madrid. En primer lugar, el colegiado dio validez a un gol de Messi que vino precedido de una falta clamorosa de Luis Suárez a Varane. Luego, Jordi Alba hizo un claro penalti a Marcelo, el canario y su asistente también hicieron la vista gorda.
Su primer Clásico fue en la temporada 2015-2016 en el Camp Nou. Entonces, el conjunto blanco se impuso 1-2 tras remontar un gol inicial de Gerard Piqué y el canario expulsó a Sergio Ramos y anuló un gol a Bale que era legal.
Nadie olvida a De Burgos Bengoetxea
Para colmo, al mando del VAR estará el colegiado vasco Ricardo de Burgos Bengoetxea, quien expulsara a Cristiano Ronaldo en el partido de ida de la Supercopa de España contra el Barcelona en 2017, una acción que no olvidan los madridistas. CR7 fue injustamente expulsado y sancionado después con cinco partidos extra por, supuestamente, simular un penalti y por su lógico mosqueo tras ver la surrealista segunda amarilla…
En definitiva, en el seno del Real Madrid consideran que hay muchos otros árbitros de gran nivel España como para que otra vez estos dos colegiados sean los encargados de impartir justicia en el Clásico del Camp Nou. Poco puede hacer el equipo blanco, que por otro lado tendrá menos descanso que el Barcelona.