El Real Madrid inicia su pretemporada con una gran prueba de fuego. El campeón de Europa se estrena en tierras estadounidenses ante su eterno rival. El Barcelona viene de cuajar una de las peores temporadas que se recuerdan en la Ciudad Condal. Los culés navegaron prácticamente a la deriva durante todo el curso, sin opción alguna de títulos, pero ahora quieren dar la cara frente a los de Ancelotti. Lo hacen con una plantilla reforzada gracias al efecto de las palancas y que medirá si realmente están en condiciones de pelear de tú a tú con los blancos durante el curso 2022-23.
El conjunto madridista viene de imponerse con autoridad en la pasada Liga, en la que mandó de principio a fin con contundencia, y de lograr, con más sufrimiento, una nueva Champions. Pese al histórico doblete, en Valdebebas no han dejado de buscar refuerzos y, tras la traición de Mbappé, llegaron Rüdiger y Tchouaméni . El mediocentro es el único jugador por el que los blancos han desembolsado cantidad alguna.
Con el fichaje de Tchouaméni volvió a demostrarse la buena gestión realizada por Florentino Pérez en los últimos años. Mientras que el Barça está saliendo a subasta a trozos para poder volver a lo más alto, de las arcas del Bernabéu salieron 80 millones por un futbolista que garantiza el futuro en la medular y cierra el cambio generacional en la parcela.
Cartera para frenar al Madrid
Este verano, el Barcelona ha tenido que volver a tirar de los cuantiosos fichajes para tratar de frenar a su eterno rival. Joan Laporta ha dejado de mirar hacia la cantera como recurso para salir de la crisis y ha optado por vender una cuarta parte de los derechos de televisión de los próximos 25 años para poder acometer fichajes y renovaciones que permitan al Barça volver a pelear con los grandes.
Tras no poder renovar el pasado verano a Messi, el presidente ha hecho todo lo posible para ampliar el vínculo de Ousmane Dembélé este curso y, además, se ha gastado más de 100 millones en las llegadas de un desconocido Raphinha y del nuevo galáctico del Camp Nou, Robert Lewandowski. El polaco se presenta como el fichaje del verano y la gran baza azulgrana para desbancar al Real Madrid del trono nacional y continental.
En Las Vegas se vivirá el primer Clásico del nuevo curso. Un encuentro entre los dos grandes del fútbol español en el que los de Ancelotti ponen a prueba el efecto palanca del Barcelona.
