La Juventus permanece muy atenta a la situación de Zinedine Zidane, consciente de que, en ausencia de títulos, a final de temporada podría salir del Real Madrid. El club bianconero ansía acoger al técnico francés en la que es su segunda casa y si surge la oportunidad no dudarán en reemplazar a un Andrea Pirlo que no termina de convencer en su estreno como técnico.
Zinedine Zidane tiene otro año de contrato aún en el Real Madrid -hasta junio de 2022-, aunque las sensaciones son que podría concluir su etapa al frente del banquillo blanco a final de temporada. Las recientes derrotas en Supercopa y Copa dejaron muy señalado al francés, si bien aún hay meses por delante y un buen papel en Liga y Champions League podría devolver la calma. Por si acaso, la Juventus sigue atenta ante la mínima oportunidad de contratar al técnico galo.
La Juventus lleva esperando la llegada de Zidane mucho tiempo. Ya intentó su fichaje tras la salida del francés, después de conquistar con el Real Madrid la tercera Champions consecutiva. Pero el equipo italiano no logró convencerlo. Zizou necesitaba tomarse un respiro y terminó regresando meses después a Chamartín. Ahora que vuelve a estar en el aire una posible salida del francés, el club bianconero no pierde la esperanza.
Pirlo, cuestionado
Este verano, la Juventus de Turín recurría a Andrea Pirlo. En un principio se iba a encargar del filial, un movimiento que recordó al dado en su día por los blancos con el propio Zidane. Pero días después, la salida de Sarri tras la eliminación en Champions por el Olympique de Lyon precipitó su ascenso y en sus primeros meses como técnico, el italiano no ha terminado de convencer.
En los últimos días el equipo turinés levantó la Supercopa al ganar al Nápoles en la final, pero el título no ha servido más que para poner una tirita. En Turín preocupa bastante el rendimiento del equipo en la Serie A, acostumbrados a que el Scudetto cayera siempre en manos de los bianconeros casi por inercia. «Ganar un trofeo no cambia nada, quiero ganarlos todos», comentaba Pirlo, consciente de que el la última Copa no era suficiente y mostrándose ambicioso a la par.
A pesar de reencontrarse con la victoria en el calcio el pasado fin de semana ante el Bolonia, la Juve sigue aún lejos de la parte alta de la tabla. Se sitúa cuarto, a siete puntos del Milan y a cinco de Inter, ambos con un partido más que los juventinos pero con distancia suficiente para marcar la diferencia. Los de Pirlo no pudieron con los clubes lombardos y es una herida que duele bastante.
Ello hace que su continuidad al frente del equipo turinés no esté asegurada más allá del verano, sobre todo si hay posibilidad de hacer realidad el viejo sueño de traer a Zidane a Turín.
Su segunda casa
Zidane permanece al margen de los rumores sobre su posible salida, un tema recurrente cuando el equipo obtiene malos resultados. «Hay que concentrarnos, yo creo que llega el mensaje y estamos en el mismo barco. Cuando se pierde siempre se habla, pasará lo que tenga que pasar, estoy tranquilo», decía el galo en su última comparecencia pública, tras la eliminación ante el Alcoyano y antes de dar positivo por coronavirus.
Por el momento, el francés no tiene otra cosa en mente que trabajar y pelear en Liga y Champions League, pero la Juventus se mantiene al acecho, consciente de que si hay un equipo que puede convencerlo de un cambio de aires son ellos mismos por el componente emocional. Turín será siempre su segunda casa y si se percibe movimiento en el banquillo del Real Madrid no tardarán en entonar «presente» para intentar firmarlo.