Después de haber mostrado brotes verdes en su juego durante la plaga de bajas que asoló al Real Madrid en febrero, Isco ha vuelto a ser relegado al fondo del banquillo. No ha jugado ni un minuto en tres de los últimos cuatro partidos (frente a Atlético, Atalanta y Celta) y Zidane tiene muy claro que no cuenta con él ni para el presente ni para el futuro.
Así se lo ha demostrado Zizou a Isco esta temporada. Lo que otros años fue un amor incondicional se ha convertido en una suerte de olvido. Isco es invisible para Zidane. Valga el demoledor dato de que el malagueño no ha completado ningún partido esta temporada. Ninguno. De 38 partidos oficiales ninguno completo. Isco sólo ha participado en 17 encuentros y no ha conseguido marcar ni un solo gol.
Es sin duda la peor temporada para un Isco que ya intentó su salida del Real Madrid en el mercado de invierno, aunque no encontró ofertas ni para salir cedido. Aún le resta una temporada de contrato con el club blanco (termina en junio de 2022) pero buscará otra vez un nuevo destino este verano para evitar seguir marchitándose en el banquillo de Zidane.
Isco se queda a cero
Isco jugó de forma consecutiva en los partidos ante Getafe (14 minutos), Valencia (11′), Valladolid (24′) y Real Sociedad (61′). Pero fue un espejismo. Volvieron los lesionados y el malagueño se quedó a cero en el derbi ante el Atlético. Y aunque volvió al equipo frente al Elche (disputó 62 minutos) Zidane tampoco le dio bola ni frente al Atalanta en Champions ni el pasado sábado frente al Celta.
Precisamente en estas dos semanas de parón de selecciones Isco echa de menos volver a vestirse la camiseta roja de la selección. El que llegó a ser jugador franquicia de la generación posterior a la que lo ganó todo, ha pasado a ser un futbolista que no cuenta para Luis Enrique no porque al seleccionador no le guste, sino porque no juega.
Isco se quedará fuera de la Eurocopa salvo improbable milagro y lo hará en el momento en el que debería estar en el mayor pico de rendimiento de su carrera. Por edad le debería quedar mucho fútbol. Por actitud no tanto. El malagueño tiene ante sí la decisión más difícil de su vida: elegir bien su salida del Real Madrid y el próximo equipo de su carrera.