Isco Alarcón puede ser la gran sorpresa en la alineación del Real Madrid para la ida de los octavos de final de la Champions que medirá a los blancos con el Atalanta. Zidane ha ensayado en los entrenamientos previos al encuentro ante los italianos con el malagueño en el once titular, reforzando en centro del campo y jugando con Asensio y Vinicius como principales referentes arriba. Por lo tanto, si finalmente Zidane cumple con lo que ha ido trabajando en los últimos días, el damnificado sería Mariano Díaz, que tras ser titular frente al Valladolid regresaría al banquillo en uno de los partidos más importantes de la temporada para los blancos.
Zidane tratará de sorprender al Atalanta, un equipo muy alegre que no duda a la hora de ir al ataque. Por ello, quiere reforzar el centro del campo, una zona que puede ser clave durante el partido, ya que si el Real Madrid es capaz de apoderarse del balón y controla la contienda, los italianos tendrán muchos más problemas a la hora de lazar ofensivas hacia la portería defendida por Courtois. El francés, más que nunca, quiere tener el mando total del duelo.
Por ello, apuesta por un Isco que no juega un partido como titular, obviando el partido de dieciseisavos de Copa del Rey ante el Alcoyano, desde el pasado 8 de noviembre, cuando partió de inicio en el encuentro que enfrentó a Valencia y Real Madrid en Mestalla. Un duelo de infausto recuerdo para los madridistas, ya que perdieron 4-1 y vieron como les pitaban tres penaltis en contra. Desde aquella noche no ha vuelto a formar en ningún equipo titular de Zidane. Tampoco ha participado mucho en la Champions, ya que durante la fase de grupos tan sólo ha jugado 13 minutos en la derrota contra el Shakhtar Donetsk en Kiev. De hecho, sus números esta temporada son muy pobres, ya que ha jugado 17 partidos, cuatro de ellos como titular, y sólo ha sido capaz de dar una asistencia. A pesar de todo esto, Zizou planea darle la que puede ser su última oportunidad.
No hay que olvidar que Zidane siempre ha apostado por Isco. El francés es un enamorado de su fútbol y durante su primera etapa como entrenador del Real Madrid tuvo un gran protagonismo dentro del equipo. De hecho, fue titular en dos de las tres finales de Champions que ganaron los blancos con el galo como técnico. Después, tras ver como Solari prescindía de él, con el regreso de Zizou volvió a tener minutos. Y la temporada pasada jugó como titular los dos Clásicos, disputó los dos partidos de la Supercopa de España, fue titular contra el PSG en la fase de grupos de la Champions y en la principal sorpresa en el once inicial de los blancos contra el Manchester City en la ida de los octavos de final. De hecho, el malagueño hizo el único gol de los madridistas en aquel encuentro, su último como jugador blanco.
Su futuro está en el aire
Isco tiene su futuro en el aire. A pesar de la confianza que siempre le ha demostrado Zidane, su bajo rendimiento ha obligado al entrenador a ir desplazándole dentro del equipo. Antes de que finalizase 2020 pidió salir del club, pero la falta de ofertas le impidieron hacer las maletas. De hecho, sólo Sevilla y Everton mostraron interés, aunque más por el deseo de sus entrenadores, Lopetegui y Ancelotti, que por deseo de los equipos.
Ahora, Isco podría tener por delante una nueva oportunidad de demostrar que a sus 28 años todavía tiene fútbol que dar al Real Madrid, aunque la intención del club es que el próximo año salga liberando masa salaria con su sueldo y, si es posible, ingresando una cantidad de millones que vendrían muy bien a las arcas de la entidad presidida por Florentino Pérez.