Zidane ha recuperado a Isco Alarcón para la causa. No se sabe si una vez finalizada la temporada los caminos del malagueño y del conjunto blanco se separarán, pero hasta que se ponga punto final al presente curso el francés espera que el mediapunta sea un futbolista con el que poder contar. Visto lo visto en Bérgamo, la apuesta de Zizou ha sido acertada y el futbolista ha salido reforzado.
El entrenador del Real Madrid trabajó durante toda la semana con la idea de que Isco fuese titular en la ida de los octavos de final de la Champions contra el Atalanta. No partía de inicio, obviando el duelo de dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Alcoyano, desde el pasado mes de noviembre, cuando formó en el once titular contra el Valencia en Mestalla, por lo que la apuesta era arriesgada. Pero Zidane vio en su figura al jugador perfecto para controlar el partido ante un equipo italiano al que le gusta mandar y atacar. Y tal y como adelantó OKDIARIO, finalmente se descantó por el de Arroyo de la Miel.
Isco fue la gran apuesta de Zidane y su partido fue notable. No fue el mejor desde que llegó al conjunto blanco en un ya lejano verano de 2013, pero es que es imposible pedirle más en estos momentos. El andaluz viene de una situación muy delicada en los últimos meses, donde ha visto como Zizou, uno de sus grandes defensores, no le ha dado mucho protagonismo. De hecho, en varias ocasiones ha llegado a apostar antes por el canterano Arribas que por el ‘22’. Pero en la noche más importante de los blancos en lo que va de temporada tuvo la oportunidad de partir de inicio y para nada desentonó.
Isco, que jugó de falso nueve, comenzó el partido enchufado y mantuvo la intensidad durante los 75 minutos que estuvo sobre el césped. Intervino en la jugada trenzada con Vinícius y Mendy que terminó con la expulsión de Freuler, generó la ocasión más peligrosa de los blancos en la primera mitad, asistió con un pase al hueco a Vinicius, pero el brasileño erró y, sobre todo, dio al equipo lo que necesitaba en cada momento. Sin grandes florituras, no está para eso en estos momentos, entendió a la perfección el encuentro, demostrando que Zidane, una vez más, acertó.
Y ahora qué
Zidane ha dado confianza a Isco y el jugador ha demostrado que cuando se cuenta con él está. Sin duda esto es una grandísima noticia para el francés, ya que hasta final de temporada va a necesitar a todos los jugadores de la plantilla para pelear por la Liga y la Champions. Zizou lo explicó a la perfección en la sala de prensa: «Hace tiempo que no jugaba tantos minutos y lo ha hecho muy bien en una posición que no es la suya. Ha hecho un gran partido, sabemos lo que nos puede dar y lo ha hecho muy bien. Cuando juega lo da todo en el campo. Es una victoria y ha hecho un gran trabajo durante más de una hora».
No hay que olvidar que Zidane siempre ha apostado por Isco. El francés es un enamorado de su fútbol y durante su primera etapa como entrenador del Real Madrid tuvo un gran protagonismo dentro del equipo. De hecho, fue titular en dos de las tres finales de Champions que ganaron los blancos con el galo como técnico. Después, tras ver como Solari prescindía de él, con el regreso de Zizou volvió a tener minutos. Y la temporada pasada jugó como titular los dos Clásicos, disputó los dos partidos de la Supercopa de España, fue titular contra el PSG en la fase de grupos de la Champions y en la principal sorpresa en el once inicial de los blancos contra el Manchester City en la ida de los octavos de final. De hecho, el malagueño hizo el único gol de los madridistas en aquel encuentro, su último como jugador blanco.
La noche de Bérgamo lo puede cambiar todo. Isco, que pidió salir en el mercado de invierno y no lo hizo por la falta de ofertas, sigue teniendo el cartel de transferible. El club no vería con malos ojos venderle si llega una propuesta que satisfaga a todas las partes, pero a sus 28 años si es capaz de recuperar su mejor nivel y revertir la situación actual puede ser un futbolista muy útil para el Real Madrid.
