Luis Enrique presionó a Al-Khelaifi para que sus jefes en Qatar levantaran el castigo a Mbappé. El entrenador del PSG, harto de la situación de tener apartado del grupo a su mejor futbolista, insistió al presidente del club en que para lograr el objetivo de ganar la Champions sería fundamental mantener a Mbappé en la plantilla, y utilizarlo, ya que el jugador insiste en cumplir su contrato.
“Si vamos a intentar ganar la Champions, mejor con Mbappé que sin él”. Ese fue el mensaje directo que Luis Enrique transmitió a Al-Khelaifi a la vuelta de la gira asiática del PSG, monopolizada en lo periodístico por la ausencia de Mbappé, castigado en París, y en lo futbolístico por la horfandad del equipo sin su jugador franquicia.
Al final todo sumó. La presión de Luis Enrique al PSG, la postura firme Mbappé de cumplir sí o sí su contrato, la necesidad del equipo de un jugador franquicia sin Messi ni Neymar y la reunión final entre Mbappé y Al-Khelaifi provocaron que la situación del delantero se desbloqueara el pasado domingo por la mañana cuando el jugador se reincorporó a los entrenamientos junto al resto de sus compañeros.
Paz de conveniencia con Mbappé
Con el caso Mbappé bajo control pero aún no extinguido, al menos hasta que se cierre el mercado en las próximas dos semanas, Luis Enrique gana tiempo y algunas semanas de calma para trabajar en la reconstrucción de un PSG que ya le ha dado a Mbappé la limpia que tanto había reclamado el verano pasado cuando traicionó al Madrid y se quedó en París.
De lo que ocurra de aquí hasta el 31 de agosto dependerá en gran parte el futuro del PSG, y del propio Luis Enrique, esta temporada. Si el 1 de septiembre Mbappé sigue en París, las opciones del equipo de El Parque de Los Príncipes de ganar la Champions se multiplicarán, por mucho que a los dueños qataríes del club no les haga gracia que su jugador franquicia se pueda ir gratis en junio del año que viene.