El Manchester City está dispuesto a ofrecer a Haaland el mismo sueldo que cobra Mbappé en el PSG, unos 85 millones brutos al año, para renegociar su contrato, que expira en 2027, y quitar la cláusula liberatoria que tiene a partir de 2024. Desde Inglaterra ya se confirmó el pasado martes que el noruego firmó que en dos temporadas podría salir por 200 kilos a un club fuera de la Premier League. Es más, su precio de salida iría bajando conforme se acerque al final de su vínculo con el club citizen.
Erling Haaland se ha convertido en el jugador de moda del fútbol europeo. Su irrupción en la Premier y en la Champions con la camiseta del Manchester City ha sido demoledora. 19 goles en sus primeros 12 partidos con la camiseta citizen hablan por sí solos y por eso los propietarios del equipo de Pep Guardiola se han puesto manos a la obra para intentar renegociar el contrato del delantero noruego y quitar la cláusula liberatoria que tiene a partir de 2024.
La propuesta del Manchester City, tal como adelantó Inda en el programa de Pedrerol, no puede ser más suculenta: cobrar lo mismo que Mbappé y subirse al pedestal de ser el futbolista mejor pagado del mundo: 85 millones brutos al año, más otros 125 kilos extra por la prima de fidelidad. A cambio, Haaland tendría que renunciar a su cláusula liberatoria de 200 millones en 2024 y 175 millones a partir de 2025.
Haaland y el Real Madrid
Aunque las negociaciones ni siquiera han comenzado porque Haaland acaba de aterrizar en el Manchester City, desde el entorno del futbolista se habla expresamente de que el jugador no quiere atarse a ningún club sino ir probando distintas experiencias en distintas ligas. Por eso la necesidad de tener una vía de escape en forma de cláusula aunque sea millonaria.
Haaland pulsó el botón de su cláusula de salida tanto para saltar del Salzburgo al Dortmund como para irse del Borussia al City este mismo verano. Y su intención es dejarse también entreabierta la puerta de salida del Etihad. La oferta de los propietarios de Abu Dhabi es más que tentadora, pero el noruego la rechazará si eso supone tener que renunciar a una cláusula que es el comodín perfecto para irse… o seguir negociando aumento tras aumento.