La Confederación Brasileña de Fútbol, que tiene un acuerdo con Ancelotti para dirigir a la selección, permitiría al técnico italiano residir fuera de Brasil, por lo que no tendría que trasladarse de forma permanente a Sudamérica y podría seguir viviendo en su casa de Madrid o en su residencia de Vancouver.
Ancelotti, que tiene un acuerdo para entrenar a la selección de Brasil si no continúa en el Real Madrid, no quiere que su futuro se convierta en un debate público en cada rueda de prensa. Por eso intentó dejar claro tras el partido ante el Valladolid que su deseo es seguir entrenando al equipo madridista: «Tengo contrato hasta 2024 y quiero seguir aquí hasta 2034».
Pero Carletto sabe mejor que nadie que su continuidad no genera unanimidad en la cúpula del club y que está condicionada a que el Real Madrid conquiste la Copa o la Champions esta temporada. Si Ancelotti gana un título, tendría opciones de cumplir su contrato, aunque en el Madrid también tienen muy claro que si el técnico italiano prefiere emprender la aventura brasileña no le pondrán impedimento alguno.
La plantilla cree que se marcha
La plantilla, que en su mayoría está encantada con Ancelotti, empieza a dar por descontado que Carletto se irá a final de temporada. El núcleo duro del vestuario del Real Madrid ha visto un cambio de actitud en el técnico italiano tras la derrota liguera ante el Atlético, que no gustó nada a los dirigentes blancos, y están convencidos de que se marchará a final de temporada gane o no un título.
Apenas tres entrenadores extranjeros han dirigido a Brasil, el último hace 58 años, y todos dirigieron a la verdeamarela de manera fugaz y casi testimonial. El fue el uruguayo Ramón Platero hace casi un siglo (1925), luego el portugués Jorge Gomes de Lima, que hizo tándem con el brasileño Flávio Costa en 1944, y el tercero fue argentino Filpo Núñez (1965). Nunca un entrenador europeo se sentó en el banquillo de la selección de Brasil y tiene toda la pinta de que Ancelotti va a ser el primero.