El Real Madrid jugó la segunda jornada de la fase de grupos en una caldera llamada Diego Armando Maradona. El escenario donde el Real Madrid se midió al Nápoles registró un lleno absoluto y en uno de los momentos álgidos, cuando sonó el himno de la Champions, los 54.726 aficionados presentes en el estadio superaron la barrera de los 109 decibelios.
Antes de que ambos equipos saltasen al campo a comenzar el calentamiento, las gradas del estadio Diego Armando Maradona se empezaron a poblar de aficionados. En Nápoles no se estila hacer la previa en los alrededores del campo. Por lo tanto, cuando ambos conjuntos saltaron al césped a calentar, pudieron sentir el calor de la grada. El Nápoles se llevó una gran ovación, mientras que el Real Madrid sufrió la primera pitada de la noche.
El estadio Diego Armando Maradona es uno de los feudos más calientes de Europa y el Real Madrid lo notó desde que los futbolistas se bajaron del autobús y reconocieron el terreno de juego. A medida que se acercaba la hora del partido, como era de esperar, el calor de la grada fue en aumento.
Durante el calentamiento, el momento álgido se vivió cuando por la megafonía sonó La mano de Dios de Alejandro Romero. Las gradas del coliseo napolitano se empezaron a activar y ya la intensidad sólo pudo ir en aumento hasta que arranco el choque.
Nápoles y Real Madrid se miden en la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions con el objetivo de dar un paso importante hacia los octavos de final. El que salga victorioso del ruidoso estadio Diego Armando Maradona habrá dado un paso importante hacia la clasificación para los octavos de final. Más si cave después de que Unión Berlín y Sporting de Braga empatasen a dos en el otro partido del grupo.