El Comité Técnico de Árbitros ha emitido un comunicado en el que los colegiados condenan las amenazas que ha sufrido José Luis Munuera Montero después de su tétrica actuación contra el Real Madrid ante Osasuna. En una nota emitida durante la disputa del Barcelona-Rayo Vallecano –cargadísimo también de acciones polémicas– los árbitros españoles muestran su «más absoluta repulsa a los ataques y amenazas» que sufrió el jienense en las redes sociales después del partido celebrado en El Sadar.
Todo, en una jornada marcada en un principio por la reunión celebrada en Las Rozas entre Medina Cantalejo y el Real Madrid, en la que el club acudió a escuchar los audios de la no expulsión a Cristian Romero por su entrada criminal a Mbappé en Cornellá-El Prat. José Ángel Sánchez, director general de la entidad blanca, fue el encargado de asistir a la cumbre, en la que pudo escuchar los audios del VAR «de principio a fin». Sin embargo, consideran en Valdebebas que los árbitros «no quieren cambiar nada».
El lunes comenzó con esa visita a Las Rozas y terminó con un nuevo esperpento arbitral en Montjuic, donde el Barça asaltó –y nunca mejor dicho– el liderato de la Liga, en otro encuentro cargado de escándalos, esta vez de la mano de Melero López.
Mientras sucedía aquello, el CTA lanzaba un comunicado en el que condenaban las amenazas recibidas en redes sociales por Munuera Montero, muchas de ellas de muerte, «y que le afectan tanto a él personalmente como a su entorno familiar», añade la nota. También resaltan el «odio y violencia verbal con el que cada fin de semana» tienen que lidiar en todas las categorías, incluso en las no profesionales y en las de fútbol base.
Comunicado del CTA sobre Munuera Montero
Los árbitros y árbitras profesionales deseamos mostrar nuestra más absoluta repulsa a los ataques y amenazas que nuestro compañero José Luis Munuera Montero está recibiendo a través de las redes sociales y que le afectan tanto a él personalmente como a su entorno familiar.
Unos ataques que se suman al odio y violencia verbal con el que cada fin de semana tenemos que desempeñar nuestro trabajo profesional y que en las categorías de base llega a convertirse, de forma aún más lamentable, en violencia física en muchos más casos.