La lesión de Ibrahimovic, pese a no ser de tal gravedad como se preveía, ha encendido todas las alarmas en el Milan, que veía como perdía de un plumazo a su delantero estrella por una larga temporada. La posibilidad de quedarse sin su ariete de referencia ha vuelto a despertar un viejo anhelo del cuadro rossonero, que desde hace tiempo contempla a la figura de Luka Jovic como una guinda perfecta para la plantilla que tiene entre manos Stefano Pioli.
De hecho, el descaro del Milan con el delantero serbio se hizo notar en las primeras semanas del jugador con la elástica merengue. En aquel momento, tras pocos días de su presentación, el cuadro rossonero telefoneó al club para tratar la posibilidad de que llegara a préstamo el pasado verano. Aquello fue descartado pero el interés de los italianos con Jovic se ha mantenido constante y el susto con Ibra no ha hecho más que avivarlo.
En el Milan consideran que el madridista encajaría a la perfección en los planes actuales de Pioli. Ibra es a sus 38 años el delantero titular, Rebic convence y Leao está aún por eclosionar. Es por ello que para la próxima campaña, el fichaje de un 9 se antoja clave para ser más competitivos en la Serie A y optar a cotas más altas en Europa –si logran la clasificación–. A favor de los rossoneros juegan en este caso dos factores: las buenas relaciones existentes con el agente de Jovic, el mismo que su ex compañero Rebic; y la amistad que une a los dos delanteros en sus años en el Eintracht de Frankurt.
En este caso, el Milan quiere iniciar los contactos con el Real Madrid para plantear una cesión de dos años al jugador. Los blancos están dispuestos a dejar salir al serbio para que recupere confianza y siga fogueándose en una competición de primer nivel como la italiana y en un club grande –aunque en horas bajas– como el milanés.
Jovic, el principal problema
Aunque existen algunos puntos que no juegan a favor de esta operación, quizá el principal, que es el propio Jovic. El serbio es un jugador de convicciones, de confianza en sí mismo, capaz de retarse; es por ello que en su cabeza no existe camino que no sea el de continuar en el Madrid para triunfar como merengue. Sobre todo tras el difícil año que ha atravesado entre lesiones, malas actuaciones y algún que otro traspié extradeportivo.
Como informó Marca, el jugador solo desea continuar en el Madrid para triunfar como blanco. El serbio se ve en deuda con el club tras este dubitativo primer año y planea romperla en su segunda temporada, de ahí que sea reacio a una salida prematura, en concreto rumbo a Milán. Pide una segunda oportunidad.
El Milan no es ajeno a este tesitura y el nombre de Jovic no es el único jugador al que tantea para reforzar el frente de ataque. Entre los arietes que tiene en su lista aparecen el joven holandés Myron Boadu, del AZ Alkmaar, que se ha destapado como goleador a sus 19 años; o el también tulipán Donyell Malen, que despunta en el PSV, de 21 años.