El Real Madrid se impuso con autoridad y goleando al Celtic Football Club (4-0) y volvió a ganar un partido en la Champions League Femenina 666 días después. Como si de un maleficio se tratase, las de Alberto Toril no lograban sumar tres puntos en la máxima competición europea de clubes hasta este jueves, día en el que han conseguido vencer de nuevo gracias a una gran Caroline Weir que abrió la lata bien pronto (minuto 7) y allanó el camino hacia la victoria de las suyas. Pasado el 70′, irían llegando los goles que agrandaron el marcador de Bruun, Moller y Linda Caicedo.
Las blancas golearon al Celtic en un partido que dominaron de principio a fin y en el que incluso mereció mayor renta tras estrellar dos balones a los postes. Weir, con un espectacular zurdazo, adelantó al equipo madridista y tras el descanso las de Toril se desataron y aseguraron los tres puntos en esta segunda jornada del grupo B con el testarazo de Bruun, la precisa vaselina de Moller y el tanto de penalti de Caicedo. Debutó con el Real Madrid Antonia Silva, que se lesionó con Brasil en los Juegos Olímpicos de París 2024.
La derrota ante el Chelsea (3-2) en la jornada inaugural de la competición obligaba al Real Madrid a sumar una victoria para no meterse en un problema. Además, necesitaba romper una racha de duelos sin victorias en la primera fase, en la que consiguió tres puntos por última vez en diciembre de 2022, cuando superó al Vllaznia de Albania.
Desde entonces, el Real Madrid encadenaba demasiadas decepciones. Tenía que acabar con esa serie de malos resultados para romper un muro que empezaba a ser una losa y Toril apostó por agitar su once. Introdujo hasta cinco cambios respecto al derbi ante el Atlético del pasado fin de semana. Oihane, Marían Méndez, Leupolz y Alba Redondo entraron por Sheila García, Rocío, Tere Abelleira, Feller y Bruun.
Toril hace rotaciones
A quien no sacó del terreno de juego fue a Weir, que volvió a demostrar que es una de las jugadoras diferenciales del Real Madrid. La centrocampista escocesa sacó a relucir de nuevo su tremenda calidad y fue decisiva para acabar con el conservadurismo del Celtic, muy encerrado atrás como apuesta táctica: aguantar la igualdad en el marcador y aprovechar alguna ocasión aislada para dar un susto al equipo de Toril.
Esa idea se vino abajo muy pronto, a los nueve minutos, cuando Weir se sacó de la chistera un latigazo tremendo desde fuera del área que entró por la escuadra de la portería defendida por Daugherty. Aprovechó una gran arrancada de Caicedo desde el centro del campo en la que se deshizo de dos rivales antes de entregar la pelota a su compañera.
Caicedo, y en menor medida Athenea del Castillo, fue otra de las agitadoras del duelo. Desde los costados, sobre todo en la primera parte, ambas fueron un dolor de cabeza para el Celtic, que se mantuvo con vida al descanso por la falta de puntería de la colombiana (estrelló dos disparos contra el cuerpo de Daugherty) y por la mala suerte de Oihane, que se encontró con un palo de la portería escocesa tras un disparo desde fuera del área.
El dominio blanco en la primera parte fue total. El Real Madrid demostró estar varios peldaños por encima de un rival inexperto en la Champions (juega por primera vez en su historia la fase de grupos) y con la entrenadora más joven de la competición (Elena Sadiku, 30 años), que sorprendió sentando en el banquillo a una de sus mejores jugadores, Saoirse Noonan (12 goles en 12 partidos oficiales esta temporada).
El Real Madrid arrolla a las escocesas
Después saldría al terreno de juego, en los últimos veinte minutos, y, junto a la aparición de Croos mejoró al Celtic, que durante pocos minutos consiguió intimidar al Real Madrid. Lo hizo sin éxito y lo pagó caro, porque el Real Madrid, después de otro tiro al palo de Caicedo, regresó a su mejor versión con la entrada al césped de Bruun, Eva Navarro, Tere Abelleira y Moller.
La reacción fallida del Celtic fue un espejismo que apenas duró diez minutos. En cuanto Bruun sentenció el duelo con un cabezazo a centro de Eva Navarro, el conjunto escocés se vino abajo por completo hasta acabar goleada con otros dos tantos marcados por la exquisitez de sus protagonistas: Moller, con una vaselina preciosa, y Caicedo, desde el punto de penalti después de un regate estratosférico que provocó la pena máxima, sellaron una victoria justa.
El debut de la brasileña Antonia, lesionado en los Juegos Olímpicos con su selección, cerró una noche perfecta en la que el Real Madrid sonrío tras sumar a su casillero tres puntos contundentes, marcados por la consistencia grupal del conjunto blanco y por los golazos de Weir y Moller, que saldrán en la foto junto a Caicedo, la más desequilibrante del equipo de Toril, por fin victorioso en una fase de grupos después de siete intentos fallidos.