El Bernabéu ha presenciado este último año la diferencia a nivel deportivo entre el Real Madrid y el Barcelona. La tendencia ya comenzaba a resultar bastante clara si uno atendía a los títulos conquistados en las últimas temporadas. En el anterior lustro, el Barcelona ha conquistado tres títulos, mientras el conjunto madridista lleva diez y todavía opta a la Champions de la presente temporada tras clasificarse brillantemente para la final contra el Borussia Dortmund.
Si las diferencias deportivas son claras, más lo son si cabe, las económicas. El Real Madrid no dejó de acumular beneficios incluso durante la dura pandemia que le supuso renunciar a cientos de millones de euros de ingresos. Su patrimonio neto ha ido aumentando mientras el de su máximo rival ha protagonizado números rojos que han amenazado la viabilidad y sostenibilidad del club hasta el punto de aparecer la sombra de la Sociedad Anónima.
La capacidad de gestión de un club y otro es como la noche del día y ha querido la casualidad que los dos gigantes del fútbol español hayan coincidido también en el ámbito temporal en la reforma de sus estadios, aunque, como casi siempre, el Madrid se adelanto y obtuvo unas condiciones de financiación mucho más ventajosas.
En total, el Madrid, ha solicitado tres préstamos de 525, 225 y 370 millones de euros respectivamente para un cómputo global de 1.120 millones. A partir de 2027 la cuota anual, entre principal e intereses, que asumirá el club presidido por Florentino Pérez será de unos 66 millones de euros para acabar totalizando unos 1.800 millones de euros cuando se acabe el préstamo en 2056.
La estructura financiera escogida por el Barça es bastante más compleja y, por supuesto, mucho más onerosa. El entidad culé ha solicitado un préstamo de 1.470 millones de euros para la reforma del Camp Nou y quizá sus futuras prestaciones disten mucho de lo que ya ofrece el nuevo Santiago Bernabéu.
Como bien ha explicado Tomás Rubio en X, el préstamo del Barcelona implica vencimientos del principal muy importantes en 2028 (611 millones), 2030 (226 millones), 2031 (267 millones por el préstamo de Goldman) y 2032 (242 millones). Parece obvio que estos vencimientos no se podrán atender y el Barça necesitará refinanciar aumentando con ello el coste de los intereses.
Precisamente es en este concepto en el que se ven las mayores diferencias con el Madrid. Mientras la cuota total del Madrid a partir de 2026 será de unos 66 millones, el Barça en 2023 ha pagado 47 millones sólo de intereses y a partir de 2024 y hasta 2028 su pago en intereses anual será de unos 70 millones siendo prudentes porque podrían ser 80, superando con ello la cuota total del Madrid.
Es de esperar que para ambos clubes el estadio suponga una importante fuente de ingresos. El Madrid no sólo se ha adelantado y ya los está percibiendo con años de ventaja con el espectacular nuevo Bernabéu, sino que su coste financiero y facilidad de pago marcará una nueva y enorme diferencia con el club que preside Laporta. El Camp Nou tiene mucho que remar para poder asemejarse al coliseo de su eterno rival.
