El Real Madrid venció (88-82) al Zalgiris Kaunas en la jornada 18 de la Euroliga celebrada en el WiZink Center, un triunfo trabajado de los locales para tumbar a un rival en busca de resurgir en la tabla que comanda ahora el cuadro blanco, gracias a 13 victorias seguidas, un récord en la competición desde el nuevo formato.
Los de Laso tuvieron que sudar la camiseta y no tirar solo de la inercia imparable sin rival en Europa. Los lituanos, que venían en buen momento con dos victorias para cerrar la primera vuelta, aguantaron hasta los últimos cinco minutos el exigente pulso que comandaron Rudy Fernández (17 puntos, todos en el segundo cuarto), Thompkins (20), Facu Campazzo (12 y 8 asistencias) y la buena rotación interior en los blancos.
Rudy volvió a tener su momento de ebullición esta semana. El capitán de la selección española campeona del mundo el pasado verano demostró una vez más su segunda juventud y firmó 17 puntos en el segundo cuarto. Una sucesión de cinco triples, con un robo y un mate, que hizo vibrar al Palacio, encantado con el balear, aunque con Lekavicius al otro lado impidiendo la escapada local.
No le bastó al Madrid para hundir el barco de Jasikevicius, que navega contracorriente este curso pero no tira la toalla. A pesar del festival del balear, del poderío interior de los blancos con Mickey o Tavares, y de una mayor facilidad para anotar, el Madrid solo se fue de seis al descanso (47-41). Lekavicius tuvo gran parte de culpa, emulando a Rudy con 16 puntos en el cuarto.
El jugador visitante dio buen relevo a un Walkup que había liderado la apuesta lituana en el primer parcial. Campazzo la igualó y las armas de Laso fueron apareciendo. La de Rudy, como ante Asvel y Valencia en los últimos días, de nuevo marcó la diferencia pero el resto se relajó. Tras el descanso se activaron de nuevo Facu y Tavares, con el gigante de Cabo Verde ganando todo bajo aros.
Así volvió la renta de 10 para los blancos, mientras Zalgiris no encontraba otra vía de atacar que jugarse el triple. El intercambio de nuevo fue desigual, aunque Walkup y KC Rivers se bastaron para que en el último cuarto aún estuviera el cuadro visitante en el partido (75-69). Con el perímetro más igualado, el Madrid apretó de nuevo en defensa y quemó naves en el interior con Garuba.
La gasolina no le aguantó a Zalgiris en un tramo final muy exigente de los blancos, con mucha rotación e intensidad en defensa. Thompkins se encargó de tumbar la resistencia lituana que aspiraba a una tercera victoria seguida contra el 10 veces campeón de Europa. El Madrid se pone 15-3 en lo alto de la tabla, para seguro aprovechar el duelo directo de este viernes entre Efes y Barça.