Victoria sufrida ante Joventut (101-92)

El Real Madrid se pone a cien para recibir a Poirier

El Real Madrid celebró el debut de Vincent Poirier con una notable victoria ante Joventut. Los blancos fueron a remolque hasta el último cuarto, cuando los triples y el acierto de sus mejores hombres decantó la balanza del lado merengue

Real Madrid Poirier
Garuba pugna por un balón. (EFE)

El Real Madrid suma y sigue en la fase regular de la Liga Endesa. El conjunto blanco se deshizo de Joventut de Badalona (101-92) en un partido en el que sorprendió el buen nivel de Vincent Poirier en su primer encuentro de blanco y la resistencia del cuadro catalán, que hasta los últimos minutos permaneció con ventaja en el luminoso. Fue entonces cuando la intensidad y el acierto desde la larga distancia de los pupilos de Pablo Laso le dio la vuelta al partido para alcanzar las treinta victorias, por sólo una derrota, en la competición doméstica.

Con un ojo puesto en la eliminatoria de cuartos de final ante Efes, Laso disfrutaba de Poirier, que completa una batería interior de muchos quilates con Thompkins, Garuba y un Tavares que se vio obligado a contar con más minutos de descanso de los probablemente estipulados, merced a una carga de faltas que desesperó al banquillo madridista.

Abalde y Garuba, dos de los hombres de futuro del Madrid, demostraron que su presente es también inmenso y se fueron hasta los 12 y 14 puntos, respectivamente, liderando al equipo en asistencias y rebotes. Llull, otro de los destacados, fue el máximo anotador del conjunto blanco con 15 puntos.

Joventut, con Pau Ribas como capitán general y un viejo conocido como Ante Tomic en un rol efectivo, aunque secundario, fue aguantando su ventaja en el luminoso con un baloncesto notable, con focos anotadores en el exterior y el interior, y al que el Madrid no cogió el toque hasta el último cuarto.

Una vez ahí, la principal característica del Real Madrid salió a flote. El triple hacía acto de presencia para que el marcador se llenara de puntos y Carroll, Abalde e incluso Poirier, mostrando una faceta desconocida de su juego y que puede ser clave en su adaptación al equipo, acabaron con las esperanzas de la Penya, que se llevó un saco de puntos, el reconocimiento por una actuación notable y la derrota ante el cuasi imbatible Madrid liguero.

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