EUROLIGA

El Real Madrid se evapora en Estambul antes de otro Clásico

El equipo blanco acusa las bajas y romper su racha de siete victorias consecutivas en Euroliga. Walter Tavares (14 puntos) y Sergio Llull (12), muy solos ante un Fenerbahce superior durante casi todo el partido

El Real Madrid hizo su anotación más baja de toda la historia de la Euroliga

El Madrid encadena su tercera derrota consecutiva en el Palacio

Sergio Llull intenta penetrar ante el Fenerbahce (Real Madrid)
Sergio Llull intenta penetrar ante el Fenerbahce (Real Madrid)

El Real Madrid ha roto su buena racha en la Euroliga y también ha confirmado las dudas que le asedian en este momento de la temporada.  Su serie de siete victorias europeas ha concluido en Estambul (66-51) ante un Fenerbahce renacido en las últimas semanas. Segunda derrota consecutiva, tercera en los últimos cinco partidos y un mal presagio de cara a otro Clásico contra el Barça el próximo viernes.

Y eso que su salida en la capital turca fue prometedora, con un 2-8 de salida y dos triples seguidos de Sergio Llull, pero pronto se vio engullido por el ambiente del Ulker y su ataque sufrió un fundido a negro absoluto. Pesaban tantas bajas importantes (Hanga, Heurtel, Deck y Taylor), aunque no podía servir como excusa teniendo en cuenta que su rival tampoco podía contar con Nando de Colo ni Jan Vesely.

En esas llegó el parcial de 17-0 para el equipo turco (19-8), que se relamía con las dificultades de su rival para agrietar la defensa local. Hasta ocho minutos encadenaron los muchachos de Pablo Laso sin sumar ni un solo punto. Al descanso solo habían anotado tres de ellos (Llull, Tavares y Poirier) y unos raquíticos 17 puntos, su récord histórico negativo en Euroliga, ilustraban el sufrimiento de los blancos. Si seguían con vida era porque el Fenerbahce tampoco estaba fino. 10 puntos abajo en el ecuador de un partido plagado de nervios y acciones precipitadas en ambos bandos.

Djordjevic le gana el duelo a Laso

No empezó la segunda mitad con mejores noticias para el equipo blanco. El Fenerbahce, metido en plena pelea por meterse en zona de playoff, estiró su máxima ventaja hasta los 16 puntos (40-24, min.25) ante un rival que seguía sufriendo lo indecible para encontrar posiciones cómodas de tiro. Cada punto se celebraba casi como un gol. Ya no entraban las mandarinas de Llull (2/11 en triples) y, aunque lo hubieran hecho, escaso alimento para nutrir a todo un equipo.

El Real Madrid amagó con reaccionar (40-30), pero un nuevo parcial de 8-0 se lo dejaba prácticamente imposible antes del último cuarto (48-30). El exbaskonista Pierria Henry aprovechaba la ausencia de Heurtel para controlar a su antojo la manija del partido. El público turco celebraba y Sasha Djordjevic, siempre adorado en Madrid, se frotaba las manos ante su antiguo equipo.

Quedaba el objetivo alcanzable de maquillar el marcador y el utópico de firmar la remontada. La energía de Tavares (14 puntos, 8 rebotes) rebajó la dificultad de ambos (50-39), pero no dio para ninguno y el alemán Ismet Akpinar se encargó de firmar la sentencia con dos triples seguidos. Pese a la derrota, el Real Madrid (20-4) se mantiene al frente de la clasificación por delante de un Barça (19-5) que amenaza con repetir asalto al Palacio.

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