El Real Madrid se complicó la vida ante el Básquet Lleida en una segunda parte incomprensible, pero aun así le dio para llevarse el triunfo (85-78) gracias a un brutal parcial antes del descanso que acabó siendo suficiente. El día de la consagración de la unidad B quedó opacado por un gran arreón de los visitantes en un tercer cuarto que obligó a Chus Mateo a meter a los habituales. No obstante, los mejores del equipo merengue fueron Xavier Rathan-Mayes (16 puntos) y Serge Ibaka (15 y seis rebotes), dos suplentes de lujo, mientras que el máximo anotador fue Bropleh (18).
La paliza al descanso ya era monumental, con un Real Madrid enérgico pese a la maratón de partidos y un Lleida que dejó mucho que desear. «Hemos venido a Madrid de paseo», decía el veterano Pierre Oriola al descanso. Y es que los blancos ya doblaban a los catalanes en ese momento, pues los catalanes se marchaban a vestuarios con un parcial de 51-25 en la primera parte.
Además, lo positivo para el equipo de casa es que el mayor peso de la anotación lo habían llevado Ibaka (11 puntos) y Rathan-Mayes (9 con 3/4 en triples), las principales armas de una unidad B a la que se sumó a base de martillazos el canterano Hugo González (7 en el segundo cuarto) y en la que regresó con minutos importantes tras su lesión Andrés Feliz.
Chus Mateo movió el árbol porque así lo requería el choque apenas tres días después de una derrota ante Anadolu Efes en la que apenas usó seis jugadores. Los porcentajes eran casi inmejorables, con 69% en tiros de dos y 58% en triples ante un rival que no ofrecía demasiada oposición. La reprimenda de Gerard Encuentra surtió efecto porque el Básquet Lleida se metió de lleno con un parcial de 0-9 nada más salir del vestuario y un Hasbrouck que se iba a los 15 puntos.
El Real Madrid sella la victoria ante el Lleida
Los visitantes resucitaron, sacaron todo su orgullo para endosarle a los blancos un parcial de 15-34 en el tercer cuarto, casi nada, y el partido llegaba igualado al último asalto (66-59). Parecía impensable al descanso, pero el cuarto final iba a acabar siendo de pura batalla entre ambos equipos. No lo tuvo fácil, pero el Real Madrid consiguió mantener a raya al Básquet Lleida y se embolsó su sexto triunfo en la Liga Endesa, manteniendo su condición de invicto en España en el WiZink Center.