Real Madrid y Barcelona se enfrentan este sábado en el primer partido de semifinales de la Supercopa de España de baloncesto que disputa este fin de semana en el Palacio de los Deportes de Murcia. Facundo Campazzo y Willy Hernangómez entran en liza en un torneo en el que el equipo anfitrión, el UCAM Murcia, se medirá a Unicaja de Málaga en la otra semifinal.
Los dos equipos más laureados del baloncesto nacional, Real Madrid y Barcelona, se ven las caras antes de lo que suele ser tradición, ya que hasta este sábado se habían enfrentado en las anteriores cuatro finales del torneo, todas ellas con victoria del madridista, que parece tenerle tomada la medida a esta competición y a su rival cuando se encuentran por levantar este trofeo.
La última vez que ambos se vieron en la pelea por estar en la final de la Supercopa fue en el 2017, en el Gran Canaria Arena, con triunfo blaugrana por 93-99, aunque no le sirvió para conquistar la competición, ya que perdió en la final con el Herbalife Gran Canaria. El Barça no gana este título desde que lo hiciese por sexta vez en 2015 y para aspirar a acabar con la sequía tendrá primero que romper el idilio del Real Madrid, el rey de la competición con nueve entorchados, ocho de ellos desde 2012.
Aunque la Supercopa Endesa no está en el primer escalón de objetivos de los dos equipos, tanto Chus Mateo como Roger Grimau saben que conquistarlo siempre aplaca cualquier atisbo de duda sobre sus proyectos con excesiva antelación y que una victoria sobre el eterno rival también es un refuerzo anímico de cara una temporada que arrancará la semana que viene y donde el primer Clásico liguero llegará muy pronto.
En este sentido, parece que la cita es más importante para un Grimau que se estrena en el banquillo culé en sustitución del lituano Sarunas Jasikevicius, al que no le bastó cerrar la última campaña ganando con autoridad la Liga Endesa. Chus Mateo está ya más asentado tras un primer año donde la sombra de Pablo Laso llegó a ser alargada y que solventó con la conquista de la Euroliga.
La llegada del exjugador al banquillo no es el único gran cambio en un Barça que ha lavado mucho su cara en este nuevo proyecto con el que quiere ganar con más regularidad y poner fin a la cada vez más larga espera de levantar su tercera Copa de Europa. Para ello, se desprendió de su referente en los últimos años, Nikola Mirotic, pero ha apostado fuerte con cuatro fichajes de nivel como el pívot Willy Hernangómez, que se medirá a su ex equipo, el ala-pívot Joel Parra, el escolta Darío Brizuela y el ex jugador de la NBA Jabari Parker.
El campeón de la Liga Endesa llega a Murcia tras una óptima pretemporada donde ha ganado a Força Lleida, Basquet Girona y BAXI Manresa, en la que ha ido asentando las ideas que Grimau expondrá ante un Real Madrid que no ha tenido buenos resultados, con dos derrotas, muy clara ante el Unicaja y ajustada ante el Bilbao Basket, y un triunfo contundente ante el Bayern Múnich de Pablo Laso.
Al contrario que su rival, Chus Mateo no tiene tantas caras nuevas en sus filas. De hecho, sólo tiene una novedad, y casi no se puede considerar tal, porque es la del base argentino Facundo Campazzo, que regresa al conjunto madridista tras su marcha en noviembre de 2021, cuando se marchó a la NBA. A cambio, el técnico aligeró algo la plantilla con las salidas de Nigel Williams-Goss, Adam Hanga, Petr Cornelie y Anthony Randolph y contará ya con ese año de experiencia y también con la vuelta de Gaby Deck, ya recuperado de la lesión de rodilla que le hizo perderse el tramo final de temporada.