El Real Madrid ha fracasado en este tramo final de temporada, algo que no estropea una valoración global de un equipo que ha ganado Supercopa y Copa del Rey y no ha podido luchar por la Euroliga, pero sí se reconoce desde el vestuario madridista. Jugadores y cuerpo técnico son conscientes de que el rendimiento ni siquiera ha rozado el aprobado, como consecuencia de una preparación que se preveía suficiente pero que, a la vista están los resultados, no lo ha sido.
«Creíamos estar preparados, pero el parón nos ha matado», aseguran en el seno del club, donde reconocen el fallo en una preparación excepcional y que creían que iba a ser suficiente para luchar por el título. Ganar la Liga siempre fue el objetivo de Laso y los jugadores, pero la realidad sobre el parqué marcó que el Madrid, después de años de hegemonía en España, no era superior a sus rivales.
Los pensamientos en el club deslizan también la igualdad provocada por esta fase final express, tanto en el modo de juego, acortado por obligación, como en el regreso después de más de dos meses parados. Esto minimizó la diferencia entre los grandes favoritos –Madrid y Barcelona– y los demás, y la falta de acierto y defensa en los momentos importantes hicieron el resto para confirmar la eliminación del vigente campeón ACB.
La defensa, o la falta de ella, es el aspecto que más ha cabreado a jugadores y, sobre todo, cuerpo técnico durante la competición. El Real Madrid ha recibido 86 puntos de media y no ha podido sostener un sistema que le permitiera disponer de ventajas desde el inicio. El elemento diferencial en el equipo de Pablo Laso ha sido siempre la intensidad en aro propio, y salvo Tavares, prácticamente ninguno ha dado la talla hasta asumir derrotas en las que los rivales se han acercado al centenar de puntos anotados.
Aprobado en la temporada
Así como la Liga, por su fase final, se cataloga como gran decepción, la valoración global de la temporada del Real Madrid, como ya admitió públicamente Pablo Laso, es positiva por parte de la entidad. La Supercopa y la Copa ACB se ganaron con brillantez, mientras que las posiciones en Liga y Euroliga antes del parón eran más que positivas para pensar en luchar hasta el final por dos títulos que por uno u otro motivo, no tendrán al Madrid como miembro de sus partidos decisivos.