Sergio Llull atendió a los medios de comunicación a pie de pista en el Uber Arena de Berlín tras la derrota del Real Madrid en la final de la Euroliga de baloncesto. Los blancos cayeron derrotados contra el Panathinaikos después de una segunda parte muy desacertada. El sueño de la duodécima se escapó y el capitán madridista dio la cara para explicar la derrota.
«Estamos jodidos. Creo que hemos empezado muy bien el partido y luego hemos tenido para romperlo, y en vez de eso se nos han acercado. Y luego la segunda parte es mala por nuestra parte. Hemos estado muy desacertados. No hemos estado bien en esa segunda parte, ellos han estado mejor y han merecido ganar», comenzó señalando un abatido Sergio Llull.
«Mentalmente no nos ha condicionado el fallo en los triples. Lo hemos intentado siempre hasta el final como siempre y cuando nosotros estábamos acertados, ellos respondían enseguida. No nos han dejado encadenar dos o tres acciones para meternos más cerca o por arriba en el marcador. Y poco más. Han sido mejores, han estado mucho más acertados, sobre todo en esa segunda parte, y ya está», culminó Sergio Llull aceptando la derrota como parte del juego y de la vida.
Tras un primer cuarto impresionante del Real Madrid, con 36 puntos anotados, y un segundo cuarto donde Panathinaikos se empezó a acercar en el marcador, la segunda parte de los de Chus Mateo fue nefasta con 7 puntos encestados en el tercer cuarto y 19 en el cuarto, por los 31 finales que anotaron los griegos. Los blancos colapsaron en el tramo final de partido y dicen adiós de esta manera al sueño de conquistar su segunda Euroliga consecutiva, la duodécima de la historia.
Un Real Madrid desacertado
El equipo madrileño, con la intensidad atrás de Rudy Fernández y Fabien Causeur, llegó a escaparse con comodidad (41-27), pero ahí empezó a sufrir. Ataman pidió un paso más en defensa y para ello tiró de ‘secundarios’ como Juancho Hernangómez y Luca Vildoza, que junto a Jerian Grant empezaron a complicarle los ataques a su rival, sin sus teóricas mejores piezas en el parqué.
En el otro lado de la cancha, emergió un Lessort, ganador de su duelo con su compatriota Vincent Poirier. El francés anotó siete puntos seguidos para liderar un 0-8 y que el Uber Arena estallase al ver que la final se volvía a igualar pese a la vuelta a la cancha de Campazzo, Musa, que recibió una antideportiva tras un robo de Grant, y Hezonja. Un triple de Vildoza puso el 46-45, pero ahí el Real Madrid recuperó su acierto en el triple y dos seguidos, de Musa y Campazzo, le permitieron llegar al descanso con aire (54-49).
Tras el descanso, el guión continuó siendo el que marcaba Ataman, cada vez más fuertes atrás y que obligaban al conjunto madridista a buscar la solución del triple con nulo acierto. Los de Chus Mateo sólo sumaban una canasta tras casi siete minutos y el hexacampeón de Europa por primera vez dominaba el marcador tras un triple de Nunn (56-58).
Las faltas empezaban a ser un factor clave y Tavares, Campazzo, Lessort y Grant entraban en el peligroso ‘club de las 3’, pero peor era lo de Pourier, que se ponía con cuatro tras una falta y una técnica a continuación. Pese al 0/9 en el triple y los siete puntos anotados en este periodo, la ‘herida’ no era grave (61-64) para el decisivo tramo final.
El Real Madrid, que llegó a encadenar un 0/11 en triple, intentó no desengancharse del choque, pero la única buena noticia era la cuarta de Lessort. Las alarmas se encendían en el bando del conjunto madridista cuando Mitoglou y Grant pusieron la defensa del título muy cuesta arriba (65-73), aunque todavía con mucho por jugar.
Así, un ‘2+1’ Hezonja, un triple de Llull y una zona acercaron a los de Chus Mateo (71-73). Entonces aparecieron Sloukas para con dos triples seguidos, uno muy lejano, y Nunn para quitarle emoción al final y apartar de su trono al campeón para acabar con la espera de 13 años del conjunto ateniense.
