El Barcelona evitó una remontada épica del Real Madrid en los minutos finales de un Clásico de la Liga Endesa que encarrilaron muy pronto. Salieron mal los blancos, que llegaron a perder de 21 puntos al segundo cuarto, pero una enorme reacción desde la línea de tres les permitió reengancharse. Al final, alguna decisión cuestionable de los colegiados, que expulsaron por cinco personales a Poirier y Tavares, más el acierto de Laprovittola, acabó dándoles la victoria por 85-79.
El Real Madrid comenzó el partido de una forma «vergonzosa», según reconoció después el propio Llull. Entre Laprovittola y Ricky Rubio aniquiliaron a los de Mateo desde el perímetro y no dieron opción durante un primer cuarto en el que, además, su buena defensa hizo que el conjunto blanco se quedase sólo en 11 puntos. Mientras, ellos se iban hasta los 27.
Les costó a los madridistas arrancar también en un segundo cuarto en el que se puso más cuesta arriba el partido, puesto que consiguieron marcharse hasta los 21 puntos de diferencia, con un 38-17 en el marcador. Fue entonces cuando el campeón de Europa comenzó a carburar, en busca de darle la vuelta a un duelo que se había complicado en exceso, hasta ponerse casi imposible.
Y fue precisamente a través de Sergio Llull cuando comenzó a reaccionar el conjunto blanco. Dos triples del menorquín hicieron reaccionar a los madridistas, que comenzaron a recortar la diferencia por medio también de la aportación de Gaby Deck. Se ponían a nueve los de Chus Mateo, reenganchándose así al encuentro, que se iba con un 45-33 al descanso.
Fue en el intermedio cuando Llull habló claro ante las cámaras sobre lo que había sucedido en el parqué en los primeros minutos. Fue muy claro, a la hora de reconocer que era una «vergüenza» como habían entrado en el partido, además de señalar que el Barça no sorprende nunca en el Palau, puesto que lo que pasó era algo que esperaban que podía pasar.
La dinámica mantenida en los minutos finales era la clave para poder aspirar a una remontada imposible en el Palau Blaugrana y eso fue lo que hicieron los madridistas. Se lanzaron a por ella con sendos triples de Musa y Campazzo que hicieron aterrizar definitivamente al Real Madrid en el partido, poniéndose a siete. A partir de ahí se abría un partido que parecía claramente sentenciado unos minutos antes.
El Real Madrid reaccionó ante el Barça
Los blancos aprovecharon su mejor arma para acercarse en el marcador y volver a un partido en el que prácticamente no habían comparecido. Parecía que llegaba entonces el momento de Tavares, que ponía un gorro espectacular a Willy Hernangómez pero que, de manera surrealista, fue señalado como personal. Era la cuarta del caboverdiano, que se iba al banquillo de manera injusta.
Pero el conjunto blanco no decayó sin él sobre la pista. Estaban Campazzo y Llull y, con eso, parecía que bastaba. Dos lanzamientos desde la línea de 6,75 metros permitieron al Real Madrid ponerse a cuatro y un tiro libre de Yabusele situó a los blancos a tres. El Barça aprovechó los últimos minutos del tercer acto para irse de nuevo a ocho, mientras que Hezonja reducía a seis antes de entrar en el último cuarto del encuentro.
Arrancaban los minutos finales con Musa poniendo a los blancos a tres con un triple y Deck les acercaba todavía más. De hecho, tuvieron posesión para ponerse por delante por primera vez tras el 0-4 inicial. Pero el Barcelona volvía a poner los seis de diferencia con un 69-63 que llevaba a Mateo a pedir tiempo muerto para evitar que se escaparan de nuevo.
Con el 71-67 en el marcador el conjunto blanco perdía a Tavares, con cinco faltas personales, aunque reclamó el caboverdiano que le estaban agarrando de la camiseta. Laprovittola devolvía a los culés a seis, pero Musa, con un 2+1, ponía el 73-70 en el marcador, a falta de 3:30 para el final.
Laprovittola sentencia
Se indignaba Poirier cuando, en un rebote defensivo, le pegaban por todos lados y los colegiados no pitaban nada. Técnica para el francés y el partido que parecía coger, definitivamente, color azulgrana. No perdonaba Laprovittola desde la línea de personal y Vesely ponía el 78-71. El jugador del conjunto blanco acababa expulsado por acumulación de faltas y los madridistas decían definitivamente adiós tras cinco puntos seguidos de Lapro, que terminaba con 25 puntos.
La actuación del argentino permitía a los culés llevarse el triunfo por 85-79. Un triunfo que les deja en tercera posición, con 19-9 de balance. Por contra, los blancos pierden la primera plaza en favor de Unicaja, al igualar el registro de 23 victorias y cinco derrotas.