Joan Plaza, que se encuentra sin equipo, aseguró que se puede «morir tranquilo» después de haber entrenado al Real Madrid, pero se muestra ambicioso de cara al futuro asegurando que aún le queda algún reto importante del que hacerse cargo.
«Puedo morirme ya después de haber ganado un título europeo y de haber entrenado a un equipo del nivel del Real Madrid. Es evidente que he vivido cosas muy bonitas, pero creo que hay algo que me espera importante. Creo que soy algo mejor que hace muchos años, tengo una madurez que me hace estar bastante más tranquilo y puedo dormir bien», explicó Joan Plaza en declaraciones a DAZN.
Repasando esas tres temporadas que dirigió al equipo blanco, desde 2006 a 2009, lo recordó como «una experiencia muy buena». «Felipe Reyes, Hervelle, Raül López o Bullock fueron gente que realmente era inquieta y no se callaban, decían lo que opinaban. Ahí di un salto de calidad», recalcó, destacando también las «ganas brutales por jugar» de Sergio Llull, que se iniciaba en la élite por entonces.
«A Llull ya lo había visto en categorías inferiores siendo base y defendiendo al ‘3’ o ‘4’ rival, no le daba miedo nada. Era una persona que me constaba que disfrutaba entrenando, que contagiaba a la gente que tenía alrededor, que nunca tenía una mala palabra para nadie, que era capaz de pararse con todo el mundo. Necesitábamos un perfil de ese tipo en un momento difícil», recordó.
Otro jugador importante que el catalán tuvoa su mando fue Nikola Mirotic, que aún era jugador del filial en aquella época. «Recuerdo que estaba a un nivel altísimo y teníamos entrenos donde saltaban chispas porque él no se callaba nada. Era capaz de encararse con cualquier jugador para robarle medio minuto y al final encontré el momento de hacerlo debutar, pero evidentemente han sido los entrenadores posteriores los que mejor rendimiento le han sacado», destacó sobre el actual jugador del Barcelona.