La derrota en la final de la Copa del Rey ante el Barcelona acrecienta la necesidad del Real Madrid de hacerse con una estrella en las posiciones exteriores. De cara a la próxima temporada, la dirección deportiva tiene marcada en rojo esa casilla y por ahí está prevista la gran inversión de cara a un mercado que puede suponer una pequeña revolución en el roster dirigido por Pablo Laso.
El Madrid se quedó en unos escasísimos 59 puntos anotados ante el Barça en la final de Copa, lo que supuso una losa para sus opciones de convertirse en campeón. Este problema vino de la mano de la anotación exterior, donde sólo Abalde y Heurtel, además de Rudy, parecen contar con la continuidad necesaria para sumar y producir puntos, y todos ellos desde un rol secundario.
Nigel Williams-Goss, que llegó en verano con la vitola de base titular aunque como Plan B tras el ‘no’ de Pierria Henry, acumula luces y sombras en un periplo en el que se ha podido confirmar que no es ese generador exterior deseado para el esquema de Laso. El norteamericano, debido a su plaza de extracomunitario y también a su bajo rendimiento ante Breogán en cuartos, se quedó fuera de la convocatoria en las semifinales y la final. Nigel está tocado por lo sucedido, pero mantiene los ánimos para darle la vuelta a la situación y, además de volver a contar para Laso, hacerlo con un papel preponderante.
Sin Williams-Goss en la rotación y con Alocén lesionado, Alberto Abalde fue el base titular en ambos encuentros, con un rendimiento positivo pero dando la impresión de no terminar de convencer a Laso más allá de su polivalencia en defensa. El gallego es un parche, un alero que puede ayudar eventualmente como director, pero como mucho, un generador secundario más que valioso siempre y cuando tenga a su lado a la pieza que le falta a este Madrid.
Heurtel, que ha cuajado una Copa positiva, se siente más cómodo en el papel de revulsivo, donde su capacidad de improvisar se ve destacada y la defensa, el punto débil del francés, puede no pesar tanto ante la segunda unidad rival. Así entiende el Madrid su papel, aunque su contrato no está garantizado para la próxima temporada. Tanto él como Williams-Goss –sí tiene contrato– están en duda para la 2022-23, donde el Madrid sabe que necesita una estrella para completar un plantel que sí tiene jugadores destacados en la batería interior.
Larkin y Campazzo, deseados
El nombre de Shane Larkin ha salido a la palestra en los últimos días, convirtiéndose en un clásico de primavera-verano para el Real Madrid. Los blancos tienen en el norteamericano, con pasaporte turco, a un objetivo al que por planificación económica no se ha podido optar pero que ahora, en último año de contrato con Efes y buscando nuevas aventuras, puede ser una realidad.
Otro de los escenarios es intentar la vuelta de Facundo Campazzo, quien se marchó a la NBA con la voluntad de regresar al Real Madrid si su camino profesional le colocaba de vuelta en Europa. Por el momento, las preferencias del argentino, ahora relegado casi al ostracismo en los Denver Nuggets, es buscar otra oportunidad en Estados Unidos, pero el Madrid permanece en contacto y al acecho del que sería su Plan A en caso de ver potencial viabilidad a la operación.