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Se abre una nueva dimensión

Alonso y Vettel… ¿juntos en Ferrari?

Quizá regaron la rueda de prensa con algún tipo de gas de la verdad en una maniobra más propia de campo de fútbol: los aspersores hicieron que el balón fuera más rápido. Fernando Alonso y Sebastian Vettel se tantearon como en una primera cita, con Ferrari, Mercedes y McLaren de contexto. Tres escuderías, dos pilotos, dos futuros y muchas palabras. Una locura de minutaje corto, pero intenso.

Es el juego de los que pueden decirlo todo y nada, es la bula de las leyendas, la del niño aventajado de clase que nunca es reñido por sus maestros. Primero probaron a Fernando, que no sólo tenía los guantes bien ajustados, si no que estaba también para repartir asistencias. Reabrió una vieja herida roja, la de Ferrari, que puede volver a sangrar, quizá para bien.

Lo admitió, sí, como un secreto escondido durante demasiado: está dispuesto a todo por volver a ganar. Se llame Ferrari, Mercedes o McLaren. En el show de Fernando se coló Vettel, enemigo íntimo en el pasado con el que, hoy sí, reían. Y apareció otra nueva posibilidad: ¿puede ser Alonso su compañero en 2018?

Así contestó Sebastian: «No depende de mí, yo no firmo los contratos. En cuanto a Fernando, hay que estar preparado para estar con cualquier piloto, Alonso tiene una gran reputación, no sólo por sus dos campeonatos pero yo no firmo los papeles. Estoy listo para cualquier compañero, todos tienen sus puntos fuertes, todo el mundo puede ayudar a mejorar, pero digamos que ahora en Ferrari estamos contentos».

Pero faltaba el otro elemento de discordia: Mercedes. El tetracampeón cargó y apuntó contra la prensa italiana, que reaccionaron gesticulando al aire, atónitos, y con alguna risilla. «Preguntadle a los periodistas italianos, parece que saben más que yo», declaró Vettel. «Yo me concentro en este año y ahora quiero aprovechar el coche que tenemos, no sé lo que tendré el próximo año», finalizó. Como la legendaria de U2: ni contigo ni sin ti.

Un juego de humo y espejos, que suelen decir los británicos, en el que uno no sabe distinguir la verdad. Sólo un nexo de unión entre estos dos antagonistas: la necesidad de las victoria. Vettel y Alonso, un incendio controlado que podría volver a resurgir en Ferrari. Una posibilidad remota, sí, pero no cerrada. Y mientras McLaren-Honda no atine… Es el eterno retorno del que hablaba Nietzsche: Fernando Alonso y Ferrari, otra de esas historias sin acabar, que amenaza con finiquitar cuentas sin saldar.