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La meritocracia de Simeone castiga a Griezmann

Antoine Griezmann ha perdido el favor del Cholo Simeone, que se ha rendido a la evidencia: el francés lleva cuatro meses sin hacer un gol

Griezmann se convierte en un problema para el Atlético

Simeone sobre el pasillo: «Respetamos al Madrid, pero más a nuestra gente»

El factor Reinildo

Antoine Griezmann se está haciendo pequeñito en el Atlético de Madrid. Desde que se recuperó de su última lesión muscular, la cuál le tuvo dos meses en el dique seco, su papel con el cuadro de Diego Pablo Simeone se ha reducido. De protagonista a un papel inferior, secundario, menos vital en los planes del técnico. De hecho, para el derbi madrileño en el que tanto se juegan los rojiblancos, la fe del Cholo en él se ha perdido y no será uno de los once titulares que defiendan el escudo colchonero de inicio en el Wanda Metropolitano.

La terrible marcha goleadora del francés, que suma sólo ocho goles y cinco asistencias en 35 partidos esta temporada y lleva sin ver puerta cuatro meses, 13 partidos consecutivos en los que sólo ha aportado dos asistencias. Sus prestaciones están bajando y con ellas la confianza depositada de Simeone en él, un defensor a ultranza del galo pero que no ha podido evitar rendirse a la evidencia de su rendimiento sobre el campo.

Antes de su lesión muscular, Griezmann disputó 23 partidos de los que sólo fue suplente en cinco ocasiones, por tanto fue titular en 18 ocasiones. En estos hizo los ocho goles que suma esta temporada y tres de las asistencias. Tras la lesión su papel se ha bajado en el Atlético. Ha jugado 13 partidos, siendo titular sólo en nueve de ellos y jugando completos tan sólo tres encuentros. Su importancia en el césped no es la de antes.

Pero el problema con Griezmann va más allá. Las condiciones en las que pactaron su cesión del Barça en la recta final del mercado obliga al Atleti a quedarse con el jugador un año más en forma de cesión. Ha cumplido un número de partidos mínimos que garantizaron la ampliación de su cesión otro año más, hasta 2023. En este segundo año de cesión, si el francés disputa el 50% de los partidos en los que está disponible, se ejecutará una cláusula de compra obligatoria de 40 millones de euros. Esto, sumado al gran salario del jugador de unos 20 kilos, más el pobre rendimiento que viene dado y la posibilidad de no clasificar para la Champions League el próximo año, convierten al delantero en un severo problema.