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Temen lo peor

Italia puede perderse su tercer Mundial de fútbol consecutivo tras ser humillada por Noruega

Los de Luciano Spalletti fueron arrollados en Noruega

Los italianos dispararon una vez a puerta

La Azzura es última del grupo I

La selección italiana ya está en el disparadero de la próxima Copa del Mundo. La Azzurra, que ya fue noticia por quedarse fuera de los Mundiales de 2018 y 2022, ha recibido un varapalo monumental tras caer de forma contundente ante Noruega (3-0) en Oslo para su primer partido para las clasificatorias mundialistas. Este resultado no solo supone una derrota dolorosa, sino que ya coloca a Italia al borde de quedarse fuera de su tercer Mundial consecutivo, una situación impensable hace apenas dos décadas para una tetracampeona del mundo.

El Ullevaal Stadion fue testigo de un auténtico repaso futbolístico. Noruega, liderada por el temible Erling Haaland y un colectivo que no dio tregua, pasó por encima de una Italia irreconocible. Desde el pitido inicial, los nórdicos impusieron un ritmo altísimo, presionaron arriba y aprovecharon cada error italiano. Sorloth abrió la lata tras un fallo defensivo impropio de una selección de la talla de Italia. Poco después, Nusa amplió la ventaja con una jugada individual que dejó en evidencia a la zaga azzurra. Y antes del descanso, Haaland, siempre él, sentenció el partido.

La segunda mitad fue un mero trámite. Noruega controló el ritmo, gestionó la ventaja y pudo incluso aumentar la cuenta. Italia, por su parte, fue un mar de dudas: sin ideas, sin reacción y sin alma. Apenas un disparo entre los tres palos en todo el partido. Un dato demoledor para un equipo que, sobre el papel, debería estar peleando por el liderato del grupo.

Italia pierde contra el peor rival

La situación en el grupo no puede ser más alarmante para Italia. Noruega, con tres victorias en tres partidos (dos de ellas fuera de casa), se ha disparado en el liderato y obliga a los de Luciano Spalletti a una hazaña muy difícil. Italia, que arrancó la clasificación más tarde por su participación en la Liga de las Naciones, ya no tiene margen de error: debe ganar todos los partidos que le quedan y, además, imponerse a los noruegos en la vuelta por una diferencia mayor a la derrota sufrida en Oslo para recuperar el primer puesto.

El calendario no da tregua. Italia recibirá a Moldavia en la próxima jornada, un partido que se ha convertido en una final anticipada. Cualquier tropiezo puede ser definitivo y condenar a la Azzurra a la repesca, donde ya sabe lo que es sufrir y caer. Mientras tanto, Noruega visitará a Estonia con la moral por las nubes y la clasificación prácticamente encarrilada. La diferencia de goles puede ser clave, por lo que los transalpinos no solo deben ganar, sino hacerlo con contundencia para recuperar terreno y confianza. La presión es máxima y el margen de error, inexistente.

Si no lo consigue, la repesca será el único camino. Un escenario que ya se ha demostrado letal para los italianos en los dos últimos ciclos mundialistas, primero ante Suecia y después ante Macedonia del Norte. La presión es máxima y la sombra del fracaso vuelve a cernirse sobre una de las grandes potencias del fútbol mundial.