La ex novia secreta de Emery raja contra el técnico: «Me llamó bruja blanca»

Sasha Wright, ex novia secreta de Unai Emery, ha roto su silencio en la prensa inglesa, concretamente en el diario The Sun. La mujer asegura que durante un tiempo fue feliz con el entrenador español, con el que creía que incluso podía llegar a formar una familia, pero la relación llegó a su fin tras dos años. Desvela alguna que otra intimidad y asegura que Emery la llamó «bruja blanca», además de culparla de su despido del Arsenal en noviembre.

«Confié en Unai y realmente creí que algún día nos casaríamos y tendríamos hijos juntos. Pensé que era un caballero y un verdadero hombre de familia. Pero al final me di cuenta de que no estaba listo para una relación seria. Me culpó por su despido. Me dijo que era una bruja blanca ya que le había traído tanta mala suerte», cuenta Sasha Wright en las páginas del citado medio británico.

Desvela otras curiosidades

Y es que tras romperse la relación llegaron los malos resultados del conjunto londinense. «Me dijo que estaba tan estresado que su mente no estaba en el lugar correcto después de separarnos. Nos conocimos en el verano de 2018 y comenzamos a chatear, pero no sigo el fútbol, así que no tenía idea de quién era. Me dijo que trabajaba en la industria del deporte y que su inglés era malo porque acababa de mudarse a Londres», cuenta.

«Me invitó a salir, pero dijo que no quería encontrarse en ningún lugar demasiado ocupado. Me pidió que fuera a su casa en Barnet, pero le dije que no, absolutamente no. Acordamos encontrarnos en un restaurante italiano en Hampstead. Cuando llegamos, me di cuenta de que debía ser alguien importante, ya que aunque el restaurante estaba a punto de cerrar, lo mantenían abierto. Tenía un fuerte acento. Paraba las conversaciones para poder revisar las palabras en Google Translate en su teléfono, pero lo encontré atractivo desde el momento en que nos conocimos», añade la mujer, que explica la obsesión de Emery por el fútbol: «Incluso se acostaba en la cama con un partido en su ordenador y otro en su tablet. Fue un poco molesto, pero era su rutina y lo acepté».