Épico: el Málaga asciende a Segunda División con un gol en el minuto 124

En el fútbol siempre hay lugar para la épica. El Málaga regresó a Segunda División de la manera más increíble posible, con un gol en el minuto 124, en el último segundo de una prórroga. El equipo andaluz, un histórico del fútbol español, asciende al fútbol profesional tras eliminar al Nàstic de Tarragona con un épico final que será ya inolvidable en Málaga.

El conjunto malagueño llegó al partido de vuelta en Cataluña con un 2-1 de ventaja, pero una victoria del Nàstic -sea cual fuera la diferencia de goles- le daba el ascenso al equipo catalán. En caso de empate en la eliminatoria subía el Nàstic por mejor clasificación en la liga regular de Primera RFEF. El club tarraconense forzó la prórroga con un gol de Godoy en la segunda parte y todo ello pese a tener un jugador menos, ya que minutos antes Nacho González había visto la tarjeta roja. Pese a tener un jugador más, el Málaga se fue diluyendo en el Nou Estadi de Tarragona.

El conjunto andaluz, hundido y con un golpe tremendo, marcó el 2-1 en el minuto 108 por medio de Dioni. Pero era insuficiente. Fue entonces cuando ocurrió toda la locura en Tarragona. Los aficionados empezaron a lanzar balones al terreno de juego, los recogepelotas no aparecieron, los jugadores empezaron a perder tiempo… Y tras ello se vio algo inaudito: el árbitro del colegiado decidió por mutuo propio que se paraba el partido. El colegiado se fue a vestuarios ante lo que entendía que era una burla del Nàstic.

Mientras los jugadores de uno y otro equipo se peleaban sobre el césped, el árbitro se fue a vestuarios. Reapareció unos cinco minutos después cuando la tensión era máxima. Tras ello reanudó el partido y el Málaga lo intentó de todas las maneras. Sólo necesitaba ya un gol, pero el Nàstic defendía bien. Todos los ataques de los malagueños acacaban mal… hasta que llegó la mayor épica posible.

Ascenso épico del Málaga

En el minuto 124 de partido, con el tiempo prácticamente cumplido, en el -literal- último segundo del encuentro, un balón se coló en el área, tuvo varios remates de cabeza, el nerviosismo se hizo presente en los jugadores del Nàstic y de repente apareció Antoñito Cordero, un jugador que había salido en la prórroga y que metió un gol que ya es historia del fútbol español y sobre todo del Málaga.

En el 124′ marcó el Málaga, no hubo tiempo para más, el hundimiento del Nàstic fue total y el equipo andaluz celebró con la mayor euforia en años, casi a la altura de cuando estuvieron en Champions, un ascenso a Segunda División que es más que subir una categoría. El Málaga vuelve al fútbol profesional, sale del pozo de la Primera RFEF y lo hace de una forma épica, inexplicable, una forma que solo se puede explicar con la magia del fútbol.