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PREOCUPA EL ESTADO DEL CÉSPED TRAS LAS LLUVIAS

El Celta-Real Madrid no corre riesgo de suspensión, pero Balaídos será un patatal

  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Al contrario de lo que ha ocurrido con el Deportivo-Betis, que debía disputarse este viernes y ha sido suspendido por el temporal de lluvia y viento, no hay riesgo de suspensión en el Celta-Real Madrid, que se jugará según lo previsto: este domingo a las 20.45 horas.

En Vigo lleva lloviendo de forma torrencial desde hace varios días, como pudo observarse en el duelo de Copa que disputaron Celta y Alavés el pasado jueves. Sin embargo, las rachas de viento no han pasado de 40 km/h, así que no existe riesgo alguno ni para los jugadores ni para los espectadores que acudan a Balaídos salvo coger una importante chupa de agua.

La previsión meteorológica indica que seguirá lloviendo en Vigo durante toda la jornada de este viernes y también en la del sábado, mientras que el domingo –el día que se disputa el partido– las precipitaciones irán amainando a lo largo de la jornada e incluso a la hora del encuentro podría dejar de llover.

Berizzo se dirige al túnel de vestuarios. (EFE)

Lo que no mejorará, sin embargo, será el césped de Balaídos, que será un auténtico patatal. El estado del terreno de juego es, a día de hoy, la mayor preocupación del cuerpo técnico del Real Madrid, que ya pudo comprobar la semana pasada en el duelo copero que el campo del Celta no está, ni de lejos, en las mejores condiciones posibles.

Más allá de las dificultades para el juego que puede provocar un mal estado del césped, el temor en el cuerpo técnico madridista es el riesgo de lesiones, especialmente musculares, que puede causar un mal terreno de juego. «Con la racha que llevamos últimamente, como para no tener miedo al césped de Balaídos», dicen los ayudantes de Zidane.