Deportes
Liga de Naciones

Una brutal pelea entre aficionados de Francia e Israel provoca la estampida en el Stade de France

El partido cuenta con un amplio dispositivo de seguridad

Es el encuentro con menor asistencia de público en la historia de la selección francesa

Las tensas relaciones diplomáticas entre Francia e Israel ha convertido el partido de la Nations League entre amos países en un conflicto. París se había blindado para la ocasión, pero en las gradas se ha encendido una mecha de altercados.

Al conflicto político, que el presidente de la República, Emmanuel Macron, pretende rebajar acudiendo al estadio, se suman los incidentes violentos ocurridos hace una semana en Ámsterdam entre aficionados del Ajax y del Maccabi, que enseguida fueron tachados en Tel Aviv como agresiones antisemitas y que dejaron más de 60 detenidos.

Francia temía algo parecido, por ello ha exigido el despliegue de más de 4.000 policías en un Stade de France que apenas ha llenado la mitad de sus gradas. Pese a ser el partido con menor número de aficionados en la historia de la selección francesa, los altercados han estados presentes en Saint-Denis.

Mientras se disputaba el encuentro, un grupo de aficionados franceses y otros israelíes han protagonizado las primeras peleas en los asientos. Los abucheos, insultos, silbidos y lanzamientos de objetos han acompañado la carrera entre las butacas que de los aficionados que huían del conflicto.

Una concentración convocada por el partido francés de izquierda La Francia Insumisa (LFI) denunció este jueves el mantenimiento de partido de fútbol Francia-Israel que se disputará esta noche y la asistencia de Emmanuel Macron y otros expresidentes.

El diputado local Éric Coquerel, presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, denunció ante el millar de asistentes el «genocidio» que sufren los palestinos por parte de las Fuerzas Armadas de Israel. También lamentó que el presidente francés, Emmanuel Macron, así como varios miembros del Gobierno y los expresidentes François Hollande y Nicolas Sarkozy asistan también, según ellos para denunciar el antisemitismo.

Para Coquerel, está «vergonzosa» presencia oficial supone un apoyo al Gobierno israelí de Benjamin Netanyahu. Coquerel se preguntó si acudirían al estadio si la selección visitante fuera la de Rusia, y lo considera un doble rasero, porque según él lo que ocurre en Gaza y Líbano y en Ucrania «se trata, en los dos casos, de situaciones totalmente intolerables para el derecho internacional».

«Los espectadores y los aficionados de la selección francesa ya han boicoteado este partido», añadió Coquerel, al recordar que habrá menos de 20.000 asistentes en un estadio con una capacidad para 80.000 personas. La concentración tuvo lugar en una plaza de Saint Denis a apenas dos kilómetros del Estadio de Francia, donde tendrá lugar el duelo.

El encuentro se disputará bajo unas medidas de seguridad «excepcionales», según lo ha definido el ministro del Interior, Bruno Retailleau. El despliegue de seguridad incluye 4.000 policías y gendarmes en París y en la vecina Saint-Denis. Los comercios de la zona que rodea al estadio cerraron por decisión administrativa a las 15:45 hora local (14:45 GMT), cinco horas antes del inicio del partido.

Las fuerzas de seguridad también han instalado un doble anillo de seguridad en torno al estadio, lo que exigirá la identificación en dos ocasiones de quienes quieran acceder a la zona. Durante el partido, solo se permitirá ondear las banderas de Francia e Israel y han prohibido las de Palestina.

También se ha instalado una valla especial para impedir que los espectadores puedan saltar al terreno de juego. Además, y aparte de un importante número de agentes de uniforme, habrá policías de civil para controlar que no se profieran gritos o eslóganes de odio. Finalmente, el dispositivo de seguridad continuará tras el partido, con agentes patrullando la zona y también a bordo de los metros y trenes de cercanías que salgan de las inmediaciones del estadio