Sin frotar y sin gastar dinero: éste es el único truco que necesitas para extender la vida útil de tus sartenes

¿Tus sartenes pierden rendimiento antes de lo esperado? Mantenerlas en buen estado puede parecer complicado, pero con el truco adecuado, es más sencillo de lo que imaginas. Olvídate de productos costosos o técnicas que prometen milagros y no funcionan. Hay un método práctico que alarga la vida útil de tus utensilios sin esfuerzo adicional.

Lo mejor de todo es que no requiere gastar dinero ni someter tus sartenes a procesos desgastantes. Este consejo combina un gesto simple y gracias a él evitarás el desgaste que ocurre al frotar demasiado o usar productos abrasivos.

El truco para que tu sartén te dure más tiempo

La vida útil de las sartenes depende de varios factores, como el material, el uso y el cuidado que les demos. Las sartenes de calidad pueden durar años si se mantienen adecuadamente, pero el desgaste por uso frecuente o el mal cuidado puede acortar su vida útil.

Evitar el uso de utensilios metálicos, no sobrecalentar y limpiarlas correctamente son clave para preservar su buen estado. También es importante aplicar este truco adecuado para evitar que se dañen rápidamente: no laves las sartenes cuando están calientes. 

Independientemente del tipo de sartén que utilices, no la friegues cuando esté caliente. Es aconsejable esperar a que se hayan enfriado para evitar que se deformen.

Con buenos hábitos, puedes disfrutar de tus sartenes mucho más tiempo. ¿Quieres conocer otras recomendaciones?

Otros consejos para alargar la vida de tus sartenes

Los expertos de El Mueble te proporcionan una serie de trucos para evitar que tus sartenes dejen de funcionar adecuadamente con facilidad. Aparte de no lavarlas cuando están calientes, estos son otros métodos que deberías poner en práctica:

• Trata las manchas quemadas cuando se produzcan: debes limpiar la sartén en el mismo momento en el que ocurre.
• Ten en cuenta el material con el que está hecha tu sartén: cada uno de ellos afecta a su forma de limpiarlas y mantenerlas.

¿Cómo limpiar las sartenes de acero inoxidable?

Sigue estas técnicas para dejar impolutas tus sartenes de acero inoxidable:

• Evita ponerlas en remojo. En vez de ello, utiliza un estropajo y jabón de cocina después de usarla.
• Mételas en el lavavajillas. No obstante, si quieres eliminar las manchas, es mejor que lo hagas a mano.
• Limpia inmediatamente tus sartenes. Si dejas los restos de comida demasiado tiempo, el revestimiento puedo absorber algo de sabor.
• Si se te ha quemado la comida, espolvorea la superficie con bicarbonato de sodio, añade agua y espera al punto de ebullición.

Así debes limpiar las sartenes de hierro fundido

Los especialistas en limpieza señalan que el hierro fundido es muy duradero y con los cuidados adecuados estas sartenes pueden durar mucho tiempo. Por ello, también la limpieza es diferente.

• Límpialas después de usarla y no la dejes en remojo. El hierro fundido se puede oxidar.
• No utilices jabón. El metal es poro y puede absorber el sabor del jabón.
• Quita los restos de comida y aclárala. Luego, sécala completamente y sazona con aceite el interior de la sartén.

Limpia así las sartenes antiadherentes

Es recomendable lavarla a mano con agua caliente y jabón antes de usarla pro primera vez. Por otra parte, es aconsejable cocinar en ellas con poco aceite. «Sin embargo, evita el uso de sprays de aceite de cocina porque suelen tener aditivos que pueden ser demasiados fuertes para los revestimientos antiadherentes», señalan desde El Mueble.

En estas sartenes, utiliza siempre un calor bajo o medio. Y aunque puedes utilizar utensilios de metal en los otros tipos de sartenes, en estas no deberías si quieres que te duren mucho tiempo.

Los cuidados que deberías tener con las sartenes de cobre

Estas sartenes tienen un aspecto más impresionante y brillante. Suelen tener un precio más elevado y si quieres que conserven su verdadero color original, tendrás que limpiar el exterior en cuanto veas que se está empañando.

Para evitar desperfectos tienes que mezclar una taza de vinagre blanco con 2 cucharadas de sal gruesa. Por último, frota la mezcla sobre el cobre con una esponja y luego aclara bien la sartén.