Desde que hago este truco que me dijo mi fontanero mi fregadero no ha vuelto a atascarse
Uno de los errores más comunes es verter aceite por el fregadero
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Los atascos en los desagües de la cocina y el baño son problemas comunes en casi todos los hogares, y aunque en ocasiones pueden parecer una molestia menor, cuando no se solucionan pueden generar inconvenientes mayores. Desde las pequeños obstrucciones que afectan el flujo del agua hasta los atascos más graves que requieren costosas reparaciones, lo cierto es que los desagües obstruidos son una realidad a la que todos nos hemos enfrentado en en algún momento.
Afortunadamente, existen soluciones simples y efectivas para desatascar los desagües sin tener que recurrir a costosos servicios profesionales o a productos químicos agresivos que pueden dañar las tuberías y afectar el medio ambiente. Si el desagüe sólo está un poco obstruido y no se trata de un problema más grave, uno de los trucos más utilizados consiste en utilizar lavavajillas líquido.
El truco definitivo para desatacar el fregadero de la cocina
Si la obstrucción es leve, una técnica bastante común entre los fontaneros es el uso de lavavajillas líquido. Este método es sencillo y económico, ideal para obstrucciones menores que no requieren un enfoque más invasivo.
Para llevarlo a cabo, primero debes verter aproximadamente media botella de lavavajillas líquido directamente en el desagüe. Luego, tapa el fregadero y llena el espacio con agua caliente. El lavavajillas actúa durante unos minutos, ayudando a disolver restos de grasa, comida o jabón que puedan estar bloqueando las tuberías. Después de unos minutos, retira el tapón y deja que el agua fluya, lo cual ayudará a despejar cualquier obstrucción.
Otra alternativa popular y ecológica para desatascar los desagües tanto de la cocina como del baño es el uso de bicarbonato de sodio y vinagre. Ambos ingredientes, cuando se combinan, generan una reacción efervescente que ayuda a disolver los restos que se encuentran en el interior de las tuberías. Para realizar este truco, sólo necesitarás una taza de bicarbonato de sodio y una taza de vinagre.
Primero, vierte el bicarbonato de sodio en el desagüe y luego agrega el vinagre. La mezcla empezará a hacer burbujas, lo que indica que está trabajando para disolver los restos atrapados. Después de verter los ingredientes, cubre el desagüe y deja que la mezcla repose durante unos 30 minutos o incluso una hora. Este tiempo permite que la reacción deshaga la suciedad acumulada. Al cabo de ese tiempo, vierte agua caliente para enjuagar bien la mezcla y eliminar cualquier residuo que quede.
Si estos remedios caseros no resuelven el problema, es probable que haya algo más que simple suciedad. En este caso, puede que necesites un desatascador manual o una serpiente de fontanero. Estos instrumentos suelen ser muy efectivos para deshacer obstrucciones más graves, pero si no sabes cómo usarlos correctamente, lo más prudente es llamar a un fontanero profesional.
La prevención es clave
Aunque los atascos son inevitables en muchos casos, hay algunas medidas preventivas que es interesante conocer.
Uno de los errores más comunes que provocan atascos en las tuberías de la cocina es verter grasa, aceite o alimentos grasos por el fregadero. Si bien estas sustancias pueden parecer inofensivas en el momento, con el tiempo se solidifican en las tuberías y forman capas de acumulación que dificultan el paso del agua. Esto provoca bloqueos parciales y, en ocasiones, completos en las tuberías, lo que afecta el flujo de agua y provoca malos olores.
El truco más sencillo para evitar que el aceite y la grasa se acumulen en las tuberías es simplemente verterlos en un recipiente, esperar a que se enfríen y llevarlos a un punto limpio. Aunque es común pensar que podemos verter los restos de aceite por el fregadero, ésta es una de las principales causas de los atascos en las cocinas.
Otro consejo qu conviene tener en cuenta para prevenir atascos es verter agua caliente en los desagües de la cocina una vez por semana. Éste sencillo truco ayuda a disolver cualquier resto de grasa que se haya quedado adherido a las paredes de las tuberías, evitando que se acumulen y generen bloqueos. El proceso es sencillo: calienta agua hasta que esté hirviendo, y luego viértela lentamente por el desagüe, tomando cuidado de no hacer salpicaduras.
Este método es ideal para mantener las tuberías libres de grasa y otras acumulaciones que pueden generar atascos. Al hacerlo de manera regular, evitarás que las grasas se acumulen y se conviertan en un problema mayor a largo plazo.
En los baños, las obstrucciones suelen estar relacionadas con el cabello y los restos de jabón que se acumulan en las tuberías, especialmente en la ducha y en el lavabo. Para evitar que estos elementos obstruyan el desagüe, una de las mejores opciones es colocar rejillas o filtros en los desagües para atrapar los cabellos antes de que lleguen a las tuberías. Las rejillas son fáciles de usar y pueden prevenir problemas a largo plazo.